LETRAS EXTRANJERAS

Identidad, exilio y destino

En poco más de sesenta años, desde 1892 a 1954, Estados Unidos recibió doce millones de inmigrantes que entraron al país a través de Ellis Island, en Nueva York. Gran parte de ellos procedían de Irlanda; a mediados de los cincuenta, la mayoría de las familias irlandesas tenía un miembro –al menos- que había emigrado buscando una vida mejor, gente que cruzaba el Atlántico durante semanas, navegando en un mar agitado que parecía predecir cómo iba a ser su vida a partir de entonces. Aunque su intención era regresar a Irlanda para celebrar la navidad, el viaje era tan largo y tan costoso que pocas veces lo hacían. La llegada era un tiempo de nostalgia y melancolía que se acrecentaba con las cartas que recibían de su familia.


Este periodo, en el que quien emigra se siente extranjero en el país que le acoge, pero también lo es ya del país que ha dejado atrás, es el que Colm Tóibín narra en esta novela: cuando ya se ha cerrado una etapa de la vida, pero todavía no se ha empezado a forjar la siguiente, cuando no se pertenece ni al pasado ni al futuro, y el presente no es más que incertidumbre. ‘Brooklyn’ cuenta la historia de Eilis, una chica de familia humilde que emigra a América escapando de la vida que le espera en Enniscorthy, sin trabajo, sin ilusiones, sin esperanzas. Eilis viaja a Brooklyn, donde se enfrentará a una nueva vida y a un destino que pondrá a prueba su forma de entender el mundo.


Colm Tóibín recrea muy bien en esta novela el Nueva York de los años 50, una ciudad que empezaba a crecer económicamente y se expandía con nuevas construcciones gracias a la mano de obra de la inmigración europea; una ciudad que vibraba con los estrenos de películas como “Cantando bajo la lluvia”, que se abría, tímidamente, a los derechos civiles, bien retratado en la novela a través de la expectación que crean las primeras compras que hacen mujeres negras en los grandes almacenes. Un escenario donde se integran a la perfección una corte de personajes secundarios que enriquecen la novela: la dueña de la casa para señoritas irlandesas donde vive Eilis, la encargada de los almacenes donde trabaja, el padre Flood, el chico italiano que pronto se convertirá en su novio...


Tóibín vuelve en esta novela a los temas que son una constante en su obra: la identidad, el exilio, la homosexualidad (aunque aquí de una forma muy leve) y el destino. Y también está muy presente en la novela la dificultad de mostrar los sentimientos y de conectar emocionalmente con los seres queridos. ‘Brooklyn’ es una novela llena de vida, llena de ternura, de sentimientos encontrados y de descubrimientos. Eilis descubrirá en Nueva York una vida muy diferente de la que dejó en Enniscorthy. Pero sobre todo se descubrirá a sí misma, dejará de ser una niña para enfrentarse al destino y crecerá, a la vez que camina por las calles de Brooklyn, dejando atrás la inseguridad y la timidez para ganar una personalidad más madura y firme. ‘Brooklyn’ surge de una historia real que el autor escuchó cuando era niño. El buen oficio de Tóibín como narrador, su manejo del tiempo y de las elipsis y su delicada forma de contar, han convertido esa historia en una novela hermosa y emotiva.