FESTIVALES

'Moñacos' y musiqueta, en un animado fin de fiesta

Hip-hop latino, jazz afroamericano, reggae, música popular marroquí, tangos argentinos y ritmos cubanos. Artistas de medio mundo han pasado por esta edición de Pirineos Sur, en la que el festival ha alcanzado la mayoría de edad. Y para cerrar una fiesta que se ha prolongado 18 días y 18 noches, nada mejor que una propuesta un tanto insólita a cargo de un grupo de la tierra, de los de toda la vida: los Titiriteros de Binéfar.


El Auditorio de Lanuza se llenará esta tarde (18.00) de títeres, marionetas y canciones populares de todo el mundo. Y, manejando los hilos, un grupo de artistas oscenses que regresa al festival de las culturas nueve años después de haber grabado en el mismo escenario su aclamado disco 'Vamos a contar mentiras'. Ahora presentan 'Es un pañuelo', un trabajo que tiene mucho en común con la filosofía de Pirineos Sur. A través de canciones populares, los Titiriteros se acercan a las conexiones entre razas, religiones y países. Cantan historias comunes que trascienden de las fronteras administrativas. Hablan el mismo idioma que el festival.


Según Pilar Amorós, de Titiriteros, "el concierto de Pirineos Sur es algo realmente ilusionante. Hace nueve años grabamos aquí un disco muy importante para nuestra carrera y ahora han pasado los años y ya no nos atrevemos a embarcarnos en una grabación en directo, pero tenemos el entusiasmo intacto por ofrecer un espectáculo que guste a la gente".


Los de Binéfar llevan más de treinta años recorriendo caminos con sus 'moñacos', haciendo títeres por las calles, plazas, teatros, carpas, pabellones y mil rincones dispares. Esta tarde actuarán en el mil y uno: el escenario flotante del pantano de Lanuza. Su espectáculo, como siempre, es para todos. Para niños tratados como personas sensibles e inteligentes y para adultos que aún guardan un hueco para la ternura y para el juego festivo del teatro.


La puesta en escena será muy novedosa, ya que los artistas han diseñado un 'show' adaptado a las dimensiones del escenario. "Mezclamos la música con lo visual y por ello hemos creado una iconografía más grande con títeres de guante gigantes", explica Amorós. Hay algunas sorpresas, pero se mantiene el compromiso permanente de implicar al público de forma activa en el espectáculo. Para hacer posible un montaje de tales características, más de 30 personas trabajarán sobre el escenario. Además, los Titiriteros contarán con la colaboración de un coro de niños de la Escuela Pública de Binéfar, que también prestaron sus voces para el disco.


Dificultades y satisfacción


Por otro lado, la organización del festival aprovechó la jornada de ayer para recapitular lo que han sido estos 18 días de actividades y para ofrecer "un balance muy satisfactorio" de la decimoctava edición de Pirineos Sur. José Miguel Pesqué, responsable de la Sección de Cultura de la Diputación Provincial de Huesca, afirmó haber "pasado con nota el examen del primer año en el nuevo auditorio. Ha sido complicado poner en marcha todo pero estamos muy contentos con el resultado". Pesqué recordó que en esta edición "ha habido momentos críticos que han puesto a prueba la capacidad de la organización, como el día del concierto de The Wailers. Fue una prueba por el tiempo y por el lleno absoluto que mostraba el auditorio, pero todo salió bien".


Por su parte, Luis Calvo, director del festival, explicó que las cifras de espectadores que se han registrado este año mantienen la tónica de ediciones anteriores. "Por el auditorio de Lanuza han pasado 22.000 personas y no contamos toda la gente que pasó por los conciertos de Sallent de Gállego y los mercados del mundo. Podríamos estar hablando de 50.000 personas, pero preferimos dar los datos que tenemos plenamente contrastados".