CREACIÓN

El arte urbano 'asalta' las riberas del Ebro

El ciclo Asalto abandona el casco antiguo en su cuarta edición y se traslada a las orillas del río, que se han llenado de grafftis, fotografías y esculturas.

Un grupo de robots ha invadido las riberas del Ebro, en el césped han crecido zapatos y ahora las piedras tienen puertas y ventanas. Estas son algunas de las propuestas de Cuarto Asalto, una iniciativa que ha vuelto a convertir Zaragoza en un inmenso lienzo.

 

Se trata de una muestra internacional de arte urbano que desde el año 2005 ha inundado de creaciones las calles del casco antiguo de la ciudad. En esta ocasión, los más de 30 artistas españoles e internacionales que participan en la muestra se han trasladado a las orillas del río, cuyos árboles, jardines y muros se han llenado de grafitis y esculturas.

 

"Hemos decidido llevar a cabo el certamen junto al Ebro para demostrar la capacidad de esta experiencia creativa para regenerar lugares. Hemos convertido espacios llenos de basura en obras de arte", afirma Alfredo Martínez, coordinador del programa Cuarto Asalto.

 

Sus creadores lo definen como una fórmula de "interacción urbanística y social" con la ciudad. Todos los artistas han trabajado durante diez días en la calle, inspirándose en los edificios, el paisaje y, cómo no, en la gente de Zaragoza. Uno de ellos, Alberto de Pedro, recorrió el casco antiguo de la ciudad fotografiando sus puertas y ventanas. Después de imprimirlas, las reubicó por las piedras, muros y zócalos de las riberas.

La mayor parte de las obras son efímeras, algo con lo que los artistas urbanos ya han aprendido a convivir. "Su medio de trabajo es la calle, por lo que sus obras pueden durar días, o solo horas", comenta Martínez. De hecho, algunas de ellas, como las celosías creadas por el italiano Matteo Capobianco, ya han sufrido los efectos del vandalismo.

 

"Here lies street-art". Aquí yace el arte urbano. Aquí miente el arte urbano. Este juego de palabras es la propuesta de Graffilia Fetén, una pareja de valencianos que han llevado a su máxima expresión otro de los objetivos de la exposición: integrar las creaciones en el entorno. Y es que las letras, que emulan bloques de césped, adquieren vida propia y se camuflan en el paisaje.

 

Otra de las obras que más llaman la atención es 'Al desnudo', creada por un grupo de alumnos de la Escuela Superior de Diseño de Aragón. "Los animales no tienen problemas de vivienda, en cambio, el hombre sí. Habitemos la naturaleza", reza su propuesta, la estructura de una vivienda llena de molinillos de viento y rodeada de un jardín de sillas de madera. A tan solo unos metros de la casa nudista han plantado un árbol 'zapatero', que ya está empezando a dar sus primeros frutos: unas botas de fútbol, unos zapatos negros y varias sandalias.

La edición más internacional

Estas son solo algunas de las casi 20 obras seleccionadas para formar parte del certamen. La selección no fue fácil, pues los organizadores recibieron 58 proyectos de toda Europa, Estados Unidos y Latinoamérica. Españoles, turcos, polacos, estadounidenses, austriacos y alemanes. Nadie quería perderse la cuarta edición de este 'Asalto', enmarcado en los Festivales del Ebro. De los seleccionados, casi la mitad son aragoneses y un tercio extranjeros. "Este año nos ha sorprendido la nutrida representación de artistas italianos que hemos recibido", apunta Martínez. Entre todos han trabajado más de 800 horas. Pero los artistas no solo vienen a trabajar, también conviven e intercambian ideas durante varios días.

 

Propuestas como Cuarto Asalto y el festival Zaragoza Ciudad, que comenzó ayer, han convertido a la capital aragonesa en un referente europeo del arte urbano. "Ciudades tan importantes como Turín y Venecia nos han pedido asesoramiento para exportar este formato", añade el coordinador.

 

El casco urbano, la primera 'víctima' del arte urbano, ya mira de reojo hacía el río. Las riberas del Ebro ya han sido asaltadas.