CINE

Juan José Ballesta: "Me gustaría ser Banderas cruzado con Bardem"

Da vida a un pelotari en 'La casa de mi padre', la ópera prima del debutante Gorka Merchán.

Juan José Ballesta guarda un buen recuerdo de San Sebastián. En 2005 se coronó con el actor más joven reconocido con la Concha de Plata por su trabajo en '7 vírgenes' y tres años después ha vuelto de nuevo, esta vez acompañado de su pareja Vero y el hijo de ambos, para presentar 'La casa de mi padre', uno de los estrenos del Día del Cine Vasco que lleva la firma de Gorka Merchán y que protagoniza junto a Carmelo Gómez, Verónica Echegui, Alex Angulo y Emma Suárez. "No me hagas preguntas raritas. No opino ni de ETA ni de temas políticos. Voy a mi rollo, no soy de ningún partido y cuando veo en la tele a Zapatero o a Rajoy, la quito", avisa el intérprete, que en noviembre cumplirá 21 años.


'El Bola' da vida en este drama a de Gorka Merchán a un pelotari. "Carmelo y yo tuvimos un profesor de pelota vasca y también de euskera. Ahora veo todos los partidos en televisión, la pena es que en Madrid no hay muchos frontones", dice. Para Ballesta, este conflictivo joven que se desplaza en moto, bebe y fuma porros "empieza de una forma y acaba de otra muy distinta. Me gustó que evolucionara y también que es un papel distinto. Creo que es una historia muy real, me relacioné con gente de la 'kale borroka', memoricé lo que digo en euskera y me salió bien porque me decían que parecía de Donosti", explica el intérprete, que, a fuerza de insistir, comenta que la situación en el País Vasco está "mal" y que se le encogió el corazón cuando vio en televisión llorando al hijo del brigadista Luis Conde, la última víctima de ETA.


Le cuesta más hablar de la polémica que ha levantado 'Tiro en la cabeza', de Jaime Rosales. "No sé lo que pasó, pero es muy feo que te abucheen. Si me lo hicieran a mí, me quedaría muy cortado porque hacer películas es mucho curro y lleva mucho esfuerzo. Soy muy respetuoso, y si algo no me gusta, pues no aplaudo", asegura.


Más cómodo entre mayores que entre la gente de su edad -con Carmelo Gómez fue uña y carne, ensayaban y se iban de pinchitos y cañas, rememora-, Ballesta empezó en el cine con 11 años y se mantiene "por suerte". Reconoce que antes "me comía más la cabeza, pero ahora estoy más tranquilo y más contento, aunque me sigo viendo raro y siempre me saco fallos. Es que de pequeño no entendía nada, me ponía delante de la cámara, me aplaudían y reían las gracias", declara.


Puerros para su hijo


No quedarse en un registro y huir del encasillamiento en 'chico de barrio' es una prioridad para este chaval de Parla, barrio madrileño que ha cambiado por el campo, donde tiene una casa con animales y huerto. "He plantado puerros para hacer puré a mi hijo", cuenta Ballesta, que el próximo mes iniciará el rodaje de 'Bruc', legendario personaje catalán que ahuyentó a las tropas de Napoleón por el eco que provocaban los redobles de su tambor en las montañas de Monserrat. "Es una película de guerra, de acción, muy física porque estoy todo el tiempo corrinedo por el monte", apunta el actor, que, si tiene que aprender catalán, "pues se aprende".


Lo que se le sigue resistiendo es el inglés. Y eso que está dispuesto a hacer las maletas y las de su familia y cruzar el charco. "Me gustaría ser Banderas cruzado con Bardem, al que tengo mucho aprecio. Banderas lleva mucho tiempo arriba, es una máquina, y a Bardem le he visto subir poco a poco hasta lo más alto. Pero ni me fijo ni copio a nadie, lo mío es pura intuición", advierte.


Le gustaría hacer una comedia en la línea de 'Torrente' porque cree que los chicos de su edad lo pasarían bien con él. "También me da miedo porque si luego no se ríen...", comenta. Pero la idea tendrá que esperar porque después de 'Bruc' le espera 'Planta quinta', la continuación de 'Cuarta planta', que esta vez llevará la firma de Albert Espinosa, el autor del libreto que Mercero transformó con gran éxito a fotogramas.


El año que lleva sin trabajar lo ha aprovechado para estar con la familia. "He recibido pocos guiones. No diría que no a ningún personaje, haría de homosexual si no me pidieran escenas comprometidas porque lo paso mal", advierte este actor que fue figurante de la serie 'Compañeros' y colaboró en 'Querido maestro'.


"Me han propuesto cosas para la tele, pero lo mío es el cine, es lo que me hace feliz. Protagonizar una serie -es seguidor de 'Física o química' y 'Sin tetas no hay paraíso'- es mucha popularidad. Soy discreto y eso de ser el punto de atención... Entiendo lo que está viviendo 'El Duque' -Miguel Angel Silvestre- y se pasa mal. Además ¿para qué quieres ser multimillonario si no te puedes gastar el dinero a gusto?", se pregunta.