ARTE

Rembrandt y Bacon, dos colosos para la temporada del Prado

Dos colosos de la historia de la pintura, Rembrandt y Bacon, sustentarán la temporada de exposiciones del museo del Prado. Un gran museo que, a punto de cumplir un año de la inauguración de su esperada y necesaria ampliación, iniciaba la cuenta atrás a un mes del pistoletazo de salida que dará con una gran muestra dedicada Rembrandt van Rijn que se inaugura a mediados de octubre. El maestro holandés del Siglo de Oro, de visita en la casa de Velázquez y Goya, marcará hasta enero una temporada que volverá a hacer historia en febrero, cuando, en un salto de cuatro siglos, las salas del Prado se abran al inconmensurable talento de Francis Bacon. El maestro del siglo XX, fallecido precisamente en Madrid en 1992, es el pintor más cotizado de su tiempo. Rembrandt y Bacon son los así hitos de una temporada a la que pondrá el broche Joaquín Sorolla y sus murales de las regiones para la Hispanic Society.


El BBVA, veterano colaborador del Prado, será de nuevo el patrocinador de la exposición de Rembrandt, como antes lo hiciera con 'Vermeer y el interior holandés', 'El retrato español. Del Greco a Picasso' o 'El siglo XIX en el Prado'. Un compromiso de patrocinio renovado que rubricaban este miércoles el presidente de la entidad bancaria, Francisco González, el director del Prado, Miguel Zugaza, y el del Real Patronato del museo, Plácido Arango, en presencia del ministro de Cultura, César Antonio Molina.


Un titular de Cultura que se felicitó por el hecho de que casi tres millones de personas hayan visitado las nuevas instalaciones de la pinacoteca en los últimos diez meses. "El éxito de esta operación cultural también tiene un dimensión económica, dada la capacidad de la cultura para producir recursos" dijo Molina en alusión a la Ampliación del Prado. Ahora que atravesamos momentos críticos para la economía es, según el ministro, "buen momento para reiterar la confianza en la inversión pública y privada de la cultura y un ejemplo claro de ese beneficio que son los museos que comparten la milla de oro: el Prado, el Thyssen y el Reina Sofía".


El primer genio en enseñorearse del Prado será el de Rembrandt Harmenszoon van Rijn (Leiden, 1606-Amsterdam, 1669) con la muestra 'Historias de Rembrandt' que se inaugurará el 15 de octubre.

Comisariada por Alejandro Vergara, jefe de conservación de pintura flamenca y escuelas del norte del museo, reunirá en el Prado una treintena de pinturas y cinco grandes estampas cedidas por grandes museos de Europa y Estados Unidos.


Con esta exposición el Prado solventa una grave carencia, aunque sea de forma temporal. Y es que nuestra primera pinacoteca cuenta con una única pintura del maestro holandés, 'Artemisa' (1634). La exposición se centrará en el Rembrandt narrador, privilegiando así su faceta como contador de historia sobre sus excepcionales retratos y paisajes. Un Rembrandt fabulador que entronca con la tradición pictórica que mejor representa el Prado, de modo que las pinturas del genio de Leiden se podrán confrontar a las de Tiziano o Rubens y ver como estos influyen en Velázquez.


Miguel Zugaza se felicitó por la celebración de esta muestra con la que, dijo, "devolveremos un inmediato protagonismo a la pintura holandesa del Siglo de Oro" Alejandro Vergara destacó por su parte la "mirada única" de Rembrandt y su personal manera "de entender la vida, el mundo y la condición humana, con una muy honda intensidad emocional". Una intensidad que se podrá apreciar tanto en obras de juventud como el 'San Pedro y San Pablo' que llega desde Melbourne o en piezas de madurez como 'Sansón cegado por los filisteos', impresionante por su calidad y por sus dimensiones y que viaja desde Fráncfort, o la 'Betsabé' que cede para la ocasión el museo del Louvre.


Escultura


En noviembre el protagonismo será para la escultura, con la muestra 'Entre dioses y hombres' que exhibirá casi medio centenar de piezas clásicas procedentes del Albertinum de Dresde y del propio Museo del Prado. Será la primera vez que salga de Alemania una de las mejores colecciones de escultura del Viejo Continente, con piezas impagables como el 'Zeus' o las 'Atenea Lemnia', obras ambas de Fidias. La colección fue adquirida en el siglo XVIII por Augusto II el Fuerte, rey de Polonia y Sajonia, y viaja a España gracias al cierre temporal del museo alemán y al acuerdo suscrito con el Prado.


De vuelta al siglo XX, el Prado recibirá a principios de febrero la mejor exposición posible de Francis Bacon (Dublín, 1909 - Madrid, 1992), la misma que estos días puede verse en la Tate Britain de Londres. Permitirá confrontar la obra del artista que quizá mejor ha expresado el dolor y la angustia del siglo XX con la de sus grandes y reconocidos maestros, Francisco de Goya y Diego Velázquez. En cartel en el Prado hasta el 19 de abril, es quizá la mayor retrospectiva en torno a la obra del pintor irlandés. Llega Madrid en el inicio del año de su centenario, para viajar después al Metropolitan de Nueva York, donde se verá entre mayo y agosto.


Ordenada cronológicamente y distribuida en diez apartados, la muestra incluye unas setenta piezas, entre ellas alguna tan emblemática como el 'Retrato de Inocencio X', una reinterpretación del no menos arquetípico retrato papal de Velázquez, y el 'Tríptico' de 1976, una de las piezas más caras de la historia de la pintura por la que el magnate ruso Roman Abramovich desembolsó más de 55 millones de euros.


También es una muestra crucial a juico de Miguel Zugaza ya que permitirá calibrar y revisar "el caudal de influencias de los grandes maestros del Prado en la pintura del siglo XX".


El broche a la temporada lo pondrá la luminosa pintura del Joaquín Sorolla. Recalarán entonces en el Prado los espectaculares paneles de las regiones pintado por el maestro valenciano para la Hispanic Society de Nueva York y que están de viaje mientras se restaura su sede. Unos murales que se han podido ver ya en el cenro Cultural Bancaja de Valencia.