ANTROPOLOGÍA

Nuevas pruebas confirman una gran migración costera hace más de 14.000 años en América

Los últimos hallazgos en el yacimiento chileno de Monte Verde apuntalan la teoría de una temprana expansión humana por el litoral Pacífico.

Novedades sobre la migraciones y el poblamiento humano del continente americano al final de la Edad del Hielo. El célebre yacimiento chileno de Monte Verde ha vuelto a hablar después de casi una década de silencio. En su número de este viernes, 'Science' da cuenta de la identificación de nueve especies distintas de vegetación marina y algas, recuperadas de restos de hogueras y otras áreas del asentamiento. A los restos vegetales se les ha atribuido una antigüedad precisa de entre 14.220 y 13.980 años. Ratifican así que el estrato superior del asentamiento, llamado Monte Verde II, tuvo ocupación humana "1.000 años antes que ningún otro poblamiento humano confirmado en el continente americano", señala la revista. Un estrato inferior, Monte Verde I, podría doblar esa antigüedad.


Los hallazgos los firma un equipo estadounidense y chileno de antropólogos, geólogos y botánicos liderados por Tom Dillehay, de la Universidad de Vanderbildt. Reafirman al sitio de Monte Verde, al suroeste de Puerto Montt, como uno de los primeros asentamientos humanos conocidos de las Américas, sin duda el mejor datado, y apuntalan la teoría sobre la existencia de una temprana ruta migratoria en la costa del Pacífico hace más de 14.000 años.


Según Dillehay, los descubrimiento dan soporte a una tesis difícil de probar hasta ahora, porque el nivel del mar era al final de la Edad del Hielo unos 60 metros más bajo que en la actualidad. Hoy la mayoría de los posibles asentamientos costeros están sumergidos.


El poblamiento de Monte Verde fue descubierto en 1976, en una turbera a unos 800 kilómetros al sur de Santiago, a la vera de un curso fluvial tributario de un gran río y a unos 80 kilómetros del margen litoral, aunque más cerca de una bahía. En este emplazamiento interior los investigadores han hallado pruebas de incursiones costeras de los habitantes, algas, betún, conchas marinas, restos de crustáceos, etc. La cantidad de elementos marinos hallados sugiere que los 'monteverdianos' eran "auténticos playeros" y explotaban los recursos a su alcance, dice Dillehay.


Junto a estos vestigios, el equipo halló otros que hablan de un modo de vida mixto, costero y también interior, como huesos de un camélido, pariente de la llama, hoy extinguido, de un tipo arcaico de elefante, conocido como 'gomphotherio', nueces y vegetales. "Indica que el grupo, unas 20 ó 30 personas repartidas en una docena de cabañas, se movía hacia el mar y hacia el interior, de modo trashumante.


Es un patrón similar al observado en otros asentamientos primitivos cercanos a la costa hallados en América. Hace pensar que la expansión de los pobladores del continente en la prehistoria no fue el viaje relámpago y directo hacia el sur que la ciencia suponía hasta ahora, sino "un proceso mucho más lento y meditado", apostilla Dilehay.

Poblamiento temprano


Hacía una década que no llegaban nuevas evidencias de Monte Verde, después de que en 1997 una delegación de antropólogos, algunos adalides de teorías antagónicas sobre el proceso de poblamiento del continente americano, visitara el sitio, comprobara las dataciones y las diera por buenas.


Su antigüedad, su ubicación, en la otra punta del continente y la ausencia de similitudes con la 'Cultura Clovis', dieron la puntilla a la ya tambaleante hipótesis sobre un poblamiento humano tardío de América -o teoría 'Clovis'-, que imperó durante la primera mitad del siglo XX. Se sostenía sobre los hallazgos del yacimiento de Clovis, en Nuevo México, considerados la prueba de la entrada de grupos de cazadores-recolectores desde Siberia a Alaska por un puente de tierra liberado por la bajada del nivel del mar en el estrecho de Bering, en el Pleistoceno, hace entre 13.000 y 13.500 años, y su posterior expansión hacia el sur.


Hoy es ya una teoría en desuso debido a la aparición progresiva de evidencias de asentamientos humanos anteriores al norte y al sur del continente americano, como los de Pedra Furada (Brasil), Valsequillo (México), Piedra Museo (Argentina), Topper (Carolina del Sur) y el propio Monte Verde.