CINE

Eduardo Noriega se convierte en un seductor caradura en la Berlinale

El actor español acudió al certamen para presentar "Transsiberian", en una jornada marcada por la emoción del cine mexicano.

El actor español Eduardo Noriega presentó ayer en Berlín "Transsiberian", coproducción española dirigida por el estadounidense Brad Anderson en LA que interpreta a Carlos, un sensual y enigmático trotamundos "bastante jeta", según explicó el actor.


Noriega destacó la "factura impecable" y lo "impredecible" de la cinta, que narra las peripecias de un matrimonio, interpretado por Woody Harrelson y Emily Mortimer, que decide embarcarse en un accidentado viaje en tren entre Pekín y Moscú.


El actor asegura que ha sido "un verdadero lujo" haber trabajado con Anderson y compartir cartel, que no escenas de metraje, con el magistral Ben Kingsley, de quien aseguró que es "uno de los mejores actores europeos" y un intérprete "serio, profesional y muy correcto". La película está rodada en inglés y producida por España, Alemania, Gran Bretaña y Lituania.


A bordo del "transiberiano", el periplo de Harrelson y Mortimer entronca con el de Carlos y Abby (Kate Mara), dos aventureros enigmáticos en busca de dinero y emociones ,y con el del inspector ruso Grinko, interpretado por Kingsley, que investiga la turbia desaparición de un gran alijo de cocaína.


Para Noriega, la mayor dificultad de su papel radicó en "hacer creíble" la ambigüedad del personaje de Carlos, que debía ser a un tiempo "encantador, arrogante y un poco jeta, pero también simpático".


Satisfecho de la acogida que la cinta recibió en el último festival de Sundance, Noriega asegura que le "encantaría" poder trabajar en Hollywood "pero no en cualquier cosa" y poder alternar esas películas con otras cintas en Europa y España.


A finales de mes Noriega estrenará en los cines españoles "En el punto de mira" (Vandage Point), de Pete Travis, en la que comparte cartel con actores de la talla de Dennis Quaid, Forest Whitaker y Sigourney Weaver.


México triunfante


El mexicano Fernando Eimbcke convenció a la Berlinale con "Lake Tahoe", exponente del cine latinoamericano con voz propia, en una jornada en la que la famosa actriz de telenovelas Kate del Castillo impactó a su vez con su actuación en otro filme, "Julia", del francés Erick Zonca, ambientado en gran parte en Tijuana.


México fue un común denominador en "Lake Tahoe" y "Julia", mientras que la película de Tilda Swinton y la tercera a competición, "Gardens of the night", de Damian Harris, compartían algo de temática: secuestros infantiles.


La película de Harris, en la que John Malkovich desempeña un pequeño papel, arranca con el secuestro de una preciosa niña rubia camino de la escuela y deriva en los bajos fondos de la prostitución y la droga.


Por otra parte, la madrina del punk, la estadounidense Patti Smith, dijo ayer que no quiere que la etiqueten como "icono del rock". La veterana artista asistió en Berlín a la presentación del documental "Patti Smith: Dream of Life", del debutante Steven Sebring. El documental, que figura en la sección Panorama, es un retrato íntimo de Smith, de 61 años, en el que aparecen todas sus facetas, desde la de cantante a la de poeta, pasando por la de artista, activista y, finalmente, madre.