NUEVAS CARAS EN EL EJECUTIVO

Un Gobierno marcado por un toque felipista

El presidente José Luis Rodríguez Zapatero se ha rodeado en su nuevo equipo de gobierno de dos hombres que ya estuvieron al frente del partido durante el felipismo: Alfredo Pérez Rubalcaba y Ramón Jáuregui.

José Luis Rodríguez Zapatero se ha rodeado en su nuevo equipo de dos hombres del felipismo: el nuevo vicepresidente primero, portavoz y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, fue clave en el último Gobierno de Felipe González, mientras que el veterano Ramón Jáuregui, el eterno ministrable, lleva 37 años de militancia socialista y por fin pasa a ocupar la cartera más próxima al jefe del Gobierno, la de Presidencia. La principal tarea de Ramón Jáuregui desde su Ministerio de Presidencia será la de asegurar la tramitación parlamentaria.

Aunque la portavocía recaerá sobre su amigo Alfredo Pérez Rubalcaba, el nuevo ministro también deberá trabajar en una política de comunicación que hasta ahora ha sido uno de los puntos débiles del Ejecutivo socialista. Jáuregui será una de las piezas claves a la hora de explicar al electorado las iniciativas socialistas.

Y también tendrá un peso importante en el intento de poner fin a ETA. Fue ese el motivo por el que su amigo Pérez Rubalcaba insistió a Rodríguez Zapatero en que debía nombrar a Jáuregui en un puesto tan determinante. Su conocimiento de la sociedad vasca -fue vicelendakari con José Antonio Ardanza en los Gobiernos de coalición con el PNV- resultó muy valioso en la anterior tregua como de manera más reciente.

Jáuregui cuenta con una amplia trayectoria política, que comenzó en 1973 cuando ingresó en el PSOE y en UGT, y que ahora, a sus 62 años, se ve culminada con la decisión del presidente del Gobierno de tener cerca a un político de la vieja guardia. Y en esa amplia experiencia política a Jáuregui no se le ha resistido ningún puesto. Durante mucho tiempo, Jáuregui ha sido en Euskadi y en España la cara de los gobiernos autonómicos del PNV-PSE, en los que tuvo la ocasión de dirigir, en 1995, la Consejería de Economía, Justicia, Trabajo y Seguridad Social. Recientemente, su lealtad le llevó a aceptar su inclusión en la lista del PSOE a las últimas elecciones al Parlamento Europeo, un órgano que no parecía gustarle mucho, pero al que accedió "muy orgulloso".