PIRATERÍA

"Pensamos que no volveríamos a ver esta tierra", relata un marinero

Los cinco tripulantes vascos y los ocho gallegos del 'Playa de Bakio' ya se encuentran con sus familias. Uno de ellos relataba ante los medios de comunicación lo mal que lo pasaraon con una simple frase: "Pensamos que no volveríamos a ver esta tierra". El avión de Iberia que transportaba a los marineros vascos aterrizaba a madia mañana de este miércoles en el aeropuerto vizcaíno de Loiu y el de los tripulantes gallegos en el aeródromo de Peinador, en Vigo.

 

Mientras el pasaje del vuelo Madrid-Bilbao salían por el lugar habitual, los cinco marineros eran trasladados a la sala de autoridades del aeropuerto, donde les esperaban sus familias, sin que fueran vistos por los medios de comunicación.


Los marineros se limitaban a agradecer el recibimiento que tenían y el trabajo realizado por los Gobiernos central y vasco para conseguir su liberación. Comparecían ante los medios de comunicación acompañados por el delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, y el consejero vasco de Agricultura y Pesca, Gonzalo Sáez de Samaniego.

Agradecimientos

En una breve intervención, sin preguntas de los periodistas, el tripulante vizcaíno Gotzon Clemos daba "muchísimas gracias" por el recibimiento y destacaba que el Gobierno central y el vasco "se han portado divinamente" con ellos. Clemos decía que no hacían más declaraciones porque estaban "reventados" tras el secuestro y el viaje desde Seychelles a Bilbao.

Cansados pero aliviados


A su llagada a Galicia los tripulantes gallegos del 'Playa de Bakio' manifestaron estar cansados pero aliviados de poder ver a sus familias tras la dura experiencia vivida: "Pensamos que no volveríamos a ver esta tierra", dijo uno de ellos.

 

Los ocho marineros son vecinos de municipios del sur de Galicia y tras abrazar a sus familias y ser recibidos por el presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, el contramaestre del atunero, Ángel Fernández, habló a la prensa para contar los momentos más duros de la experiencia: cuando fueron asaltados mientras cenaban y al final, antes de la liberación, momento en que fueron echados a tierra y amenazados, por lo que pensaron que nunca volverían a ver Galicia.


El marinero, seguro que venían "de una presión muy fuerte", y que llevaban "siete u ocho días muy mal", y que ahora lo importante es estar con la familia. "Indescriptible con palabras, compañero", le dijo a un periodista que le preguntó cómo fue el encuentro con sus allegados en el aeropuerto de Peinador.

"No nos dieron opción"


Sobre el cautiverio, el contramaestre relató que el asalto se produjo cuando se encontraban cenando. "No nos dieron opción a nada", dijo, y explicó que los piratas aparecieron con un lanzagranadas que reventó todos los aparatos del pesquero. "Nos ametrallaron con kalashnikov", y "a partir de ahí fuimos rehenes, no tuvimos opción a nada", reiteró el tripulante, que destacó que estuvieron totalmente incomunicados y estaban tan vigilados que tan sólo les concedían un minuto para ir al baño.


El marinero, además, confirmó que los piratas somalís hacían a todos los tripulantes constantemente el gesto de cortarles el cuello "para todo cuando te pedían una cosa y te negabas", como retrasar la entrega de un teléfono móvil cuando los secuestradores se lo exigían. "Era sí o sí" manifestó.


Sobre si cree que se ha pagado rescate por la liberación, el contramaestre dijo que lo ignora. "Yo estuve apresado, no se si se pagó o si nos soltaron porque quisieron, no lo sabemos. Nosotros, ignorantes de todo", reiteró.

Por fin en España


Losa marineros llegaban a primeras horas de la mañana a Madrid donde eran recibidos en representación del Gobierno por la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Elena Espinosa. Los 13 españoles llegaron a España en un Boeing 707 del Ejército del Aire procedente de las Islas Seychelles, donde llegaron tras ser rescatados el sábado.


Los tripulantes se encontraban en buen estado de salud tal y como certificó el personal del Instituto Social de la Marina, que les realizó un reconocimiento médico a su llegada a Victoria. En manga corta y con expresión cansada y seria, los ocho gallegos y los cinco vascos únicamente han declarado al llegar a Madrid que están bien pero "muy cansados" después de haber vivido sometidos una "situación de tensión" durante muchos días, y han pedido "privacidad" y poder reunirse "cuanto antes" con sus familias. Han dicho que no desean hacer declaraciones y que sólo piensan "en ver a sus familias y cogerse vacaciones", según han explicado los responsables del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, que han viajado con ellos.


Nada más aterrizar, los 13 fueron trasladados al aeropuerto de Barajas desde donde volaron a sus respectivas comunidades de origen.