GIBRALTAR

Londres no enviará a Gibraltar a más marinos

El ministro del Peñón había pedido refuerzos para ayudar a la Policía gibraltareña tras los roces con patrulleras de la Guardia Civil.

Una patrullera de la Guardia Civil interceptada por la Policía gibraltareña
Gibraltar intercepta un barco de la Guardia Civil en aguas españolas
EFE

El Gobierno británico no tiene previsto desplegar más miembros de la Armada del Reino Unido en Gibraltar, como solicitó el ministro principal del Peñón, Peter Caruana, ya que considera que su presencia actual es suficiente. "La Marina Real (Royal Navy) está ya presente y su papel está bien definido", subrayó ayer el Foreign Office.

Caruana escribió esta semana al ministro británico de Exteriores, William Hague, para pedirle que autorizara el envío de más miembros de la Armada para ayudar a la policía gibraltareña en su patrulla de las aguas territoriales del Peñón, tras los roces con patrulleras de la Guardia Civil. El Foreig Office confirmó que se había recibido la carta, pero indicó que no hay planes por parte del Reino Unido para variar su estrategia.

El jueves, Caruana dijo en una comparecencia en la televisión gibraltareña que la jurisdicción de Gibraltar sobre las aguas que rodean al Peñón es una "prioridad absoluta" para su Gobierno "por encima de otras políticas, incluida la cooperación" (con España).

Las declaraciones de Caruana fueron emitidas después de que el Ministerio español de Exteriores y el Gobierno de Gibraltar anunciaran, por separado, la suspensión sin fecha de las próximas reuniones técnicas del Foro Tripartito.

El último enfrentamiento del Gobierno con Gibraltar tiene como eje la soberanía de las aguas que rodean al Peñón, reivindicada por España y por el Reino Unido con diferentes argumentos legales.

¿De quién son las aguas?

La zona marítima en disputa son las aguas situadas en un perímetro de tres millas de la costa de la colonia. Para el Gobierno español, no existe sino el Tratado de Utrecht (1713), por el que se cedió a la Corona británica la ciudad y el castillo de Gibraltar, junto con su puerto, defensas y fortalezas, pero no el istmo, las aguas territoriales o el espacio aéreo subyacente.

Frente a este tratado, el Gobierno británico se escuda en la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, según la cual el mar territorial son 12 millas desde la costa. No obstante, Londres reivindica tres millas náuticas, distancia que se aceptaba en el siglo XVIII, cuando se atribuían a un país las aguas que se situaban al alcance de un cañonazo.