El etarra Zigor Merodio declaró este lunes ante el tribunal que le juzga en París como presunto recaudador en Francia del 'impuesto revolucionario'.

El juicio a Merodio y Aitor Kortazar, bilbaínos de 33 y 39 años, respectivamente, comenzó en París pocas horas después de que ETA atacara de nuevo en Getxo un club social al que considera en sus escritos símbolo del empresariado contra el que, sin mencionar el atentado, arremetieron los procesados. "Luchamos por ideas que se concretan en la construcción de una sociedad libre de iguales sin explotación de clase por la oligarquía ni vasca ni española", expuso Merodio en castellano, asistido por un traductor.

Por su parte, Kortazar se encaró con uno de los policías municipales de Talence (afueras de Burdeos) que le detuvo tras una persecución en automóvil y que se ha personado como acusación particular en el proceso.

El magistrado también leyó un informe oficial en el que se afirma que un funcionario de la cárcel parisiense de La Santé tuvo que ser trasladado a una prisión del norte de Francia tras haber recibido amenazas por denunciar que una amiga practicó a Kortazar una felación, en una visita penitenciaria.