Tercer Milenio

En colaboración con ITA

TOMÁS GÓMEZ

"Es complicado tener al aparato federal enfrente"

Zapatero descarta una remodelación del Gobierno a corto plazo pese a la candidatura de Jiménez.

Tomás Gómez, con la portavoz de la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez
Gómez cree que el PP "ha hecho el ridículo" remontándose a Leguina para intentar ocultar la trama de espionaje
EFE

El secretario general del PSM, Tomás Gómez, admitió ayer que "es muy complicado tener al aparato federal enfrente, su influencia es muy importante", pero está convencido de que su proyecto "sólido" y de "no improvisación" es el que va a ganar en las primarias frente a Trinidad Jiménez. Todo ello en un día en el que el presidente del Gobierno aseguró que no remodelará su gabinete a corto plazo pese a la candidatura de la ministra de Sanidad.


Gómez manifestó que la compatibilidad de ser ministra y candidata en una primarias "es una decisión muy personal" sobre la que prefiere no opinar, y negó que exista un "pulso" entre el PSM y Ferraz para la designación del rival de Esperanza Aguirre.


Además, se negó a plantearse el escenario de una derrota ante Jiménez, convencido de que los afiliados van a optar por su proyecto. De hecho, 106 responsables y secretarios generales de las agrupaciones socialistas de la Comunidad de Madrid, el 73% del total, firmaron ayer un manifiesto en el que le muestran su apoyo. Sin embargo, Gómez aseguró que no tendría "ningún inconveniente" en incorporar a Jiménez a su proyecto, en el caso de que fuera ella quien perdiera las primarias que se celebrarán en octubre para designar al cabeza de la lista socialista a la Comunidad de Madrid para 2011.


La ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez, defendió por su parte que presentarse a las primarias es su responsabilidad, y no del presidente del Gobierno, más allá de los elogios que este haya podido hacerle, y garantizó que la asumirá "con todas sus consecuencias". "No voy a rechazar ese apoyo expreso, pero ahora tengo que apoyarme en el voto de los militantes", enfatizó en una entrevista en la cadena Ser, y reiteró que se presenta de forma "libre" y no bajo "imposición" de Zapatero. "Cualquiera que le conozca sabe que jamás hace una imposición, ni siquiera pide nada -aseguró-. Es evidente que he hablado con él, pero la decisión la he tomado de forma libre e individual".


La apuesta del jefe del Ejecutivo por su ministra de Sanidad había desatado entre los socialistas el runrún de una inminente crisis gubernamental. No es nada nuevo. Zapatero lleva meses ahogando especulaciones de este tipo. Lo hizo antes y después del debate sobre el estado de la nación; lo hizo cuando se vio obligado a abortar en el último minuto un viaje a Brasil para salvar en el Congreso, y por la mínima, el decreto de recorte del déficit que incluía la congelación de las pensiones. Y, tras su primera audiencia con el Rey en Palma, lo hizo de nuevo. "No hay ninguna previsión -insistió- que afecte a la composición del Gobierno a corto plazo".


Respecto a los dos candidatos, aseguró que no interferirá en la campaña interna. "Es a los ellos a quienes hay que escuchar", dijo. "Y después de escucharlos sé que va a ser una contienda constructiva y democrática, que tendrá el grado justo de apasionamiento", añadió.