SECUESTRO DE TRES ESPAÑOLES EN MAURITANIA

España pide ayuda a Mauritania y Mali para resolver el secuestro de los tres cooperantes

Se teme que el rapto sea obra de Al Qaeda en el Magreb Islámico. El Gobierno ofrece desplegar a la Guardia Civil

De izquierda a derecha, los cooperantes Roque Pascual Salazar, Alicia Gámez y Albert Vilalta.
España pide ayuda a Mauritania y Mali para resolver el secuestro de los tres cooperantes
efe

ESTORIL/MADRID. Ofensiva diplomática, militar y policial con un objetivo prioritario: impedir a toda costa que los presuntos terroristas que el domingo secuestraron a tres cooperantes catalanes en Mauritania logren llevarlos al interior del país, hacia la frontera de Mali, en los límites del Sahara, donde Al Qaeda tiene su feudo. El Gobierno ha situado al frente del Gabinete de crisis al titular de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, y al secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho. Interior ya ha ofrecido a Mauritania y Mali movilizar a agentes de la Guardia Civil.

Alfredo Pérez Rubalcaba expresó el temor de que Al Qaeda esté detrás del secuestro de Albert Vilalta, Alicia Gámez y Roque Pascual, de Barcelona Acció Solidària, en la carretera que une Nuadibú y la capital mauritana, Nuakchot. Según el titular del Interior, "todo apunta" a que el asalto es obra de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), aunque reconoció que no hay seguridad absoluta. Moratinos se mostró prudente sobre la autoría de Al Qaeda y señaló que es "la opinión del presidente de Mauritania", pero no se atrevió a hacerla suya.

Responsables policiales y de Exteriores explicaron que el temor del Ejecutivo de que sea Al Qaeda se explica por que los asaltantes se despreocuparan de los objetos de valor que había en el todoterreno en el que viajaban los españoles. Eso hace descartar a Inteligencia que haya bandidos detrás del ataque. Además, estos, explicaron fuentes de Información, no llevan a cabo ataques tan audaces y coordinados contra convoyes y en una carretera transitada, a tan solo 150 kilómetros de la capital del país, en una zona de las más seguras.

Moratinos, en Estoril (Portugal), se puso en contacto el domingo con el presidente mauritano, Mohamed Ould Abdelaziz, quien se comprometió a "no escatimar ningún esfuerzo" para conseguir la liberación. Fuentes diplomáticas explicaron que el Gobierno de Nuakchot, con quien España mantiene excelentes relaciones, envió ayer varias unidades militares hacia la frontera con Mali. Moratinos reveló que el Gobierno ha ofrecido a Mauritania que medios aéreos de la Guardia Civil, destinados en el dispositivo contra la inmigración ilegal europeo Frontex en ese país y Senegal, se sumen a las labores de búsqueda.

El Instituto Armado tiene 30 agentes en Mauritania, dos patrulleras, un buque oceánico y un helicóptero, que será el que se una a la operación. Interior también estudia usar un avión de patrulla marítima de la Guardia Civil que está en Senegal. "La dirección de la operación de búsqueda -precisó el ministro- corresponde a las autoridades mauritanas, nosotros solo hemos ofrecido cooperación".

El jefe de la diplomacia española también se entrevistó telefónicamente ayer con el presidente de Mali, Amadou Toumani, para poner en marcha el dispositivo y, sobre todo, convencerle de que movilice a su ejército en la frontera para impedir el paso del convoy.

El ministro se mostró pesimista. Recordó que la operación de rastreo es "compleja" porque se desarrolla un "amplio espacio desértico". La búsqueda se centra en una franja de un millar de kilómetros de largo y 300 de ancho, apuntaron expertos del Interior. De todos modos, insistió el ministro, la voluntad de Mauritania y Mali es impedir que abandonen el territorio del primero. En ese área desértica hay numerosos campamentos de activistas argelinos, donde Al Qaeda entrena a terroristas con la connivencia de bandoleros tuaregs.