El PNV dice que el acuerdo no es un pacto de legislatura

El presidente del PNV, señalado como el gran triunfador de la negociación al obtener concesiones del Gobierno central y ningunear y desgastar al primer lendakari socialista a cambio de apoyar los Presupuestos, matizó que el acuerdo "no es un pacto de legislatura ni un cheque en blanco" a la política económica del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. Íñigo Urkullu justificó el cierre del pacto presupuestario en que su grupo apuesta por la "estabilidad" frente a la crisis. Mientras tanto, Patxi López hizo de tripas corazón e intentó recuperar el protagonismo que la formación nacionalista y su propio partido, el PSOE, le han negado en el proceso negociador.

Tras indicar que no le preocupa "dónde queda el lendakari López ni dónde queda su gobierno", Urkullu negó que el cierre del Estatuto colme las aspiraciones nacionalistas y sea "la estación final". En este sentido, recordó que su grupo reivindica "la posibilidad y la capacidad de que las instituciones vascas puedan convocar consultas" y dejó en manos de la "sociedad vasca" la decisión sobre su futuro.

"A partir de ahora se abre un horizonte para mayores aspiraciones de los vascos", apuntó el presidente del PNV, para quien el derecho a decidir "no es un tótem sino una herramienta", y su partido no pretende plantear su ejercicio "como una entelequia", sino que busca "una sociedad cada vez más participativa y abrir cauces de participación a la sociedad en todos los ámbitos".

Mientras, en un acto con las juventudes socialistas en Bilbao, Patxi López se felicitó por el acuerdo, pero le advirtió al PNV que será un ejecutivo socialista el que gestione las competencias transferidas.

El lendakari y secretario general del PSE-EE se esforzó en minimizar los efectos que para su Gobierno y su partido tiene un acuerdo urdido a sus espaldas y cerrado entre el primer partido de la oposición en Euskadi, el PNV, y el PSOE. En un intento por levantar los ánimos, López señaló que "por encima de cualquier otra consideración que pueda hacerse" hay una conclusión "que se impone: va a ser con un gobierno socialista al frente del País Vasco cuando se va a producir el mayor salto en el desarrollo del Estatuto de Guernica desde el primer paquete de transferencias de los años ochenta".

López dio la "bienvenida" a todos los puntos del acuerdo excepto a los 120.000 euros que el Gobierno central destinará a la realización de un estudio sobre la viabilidad de levantar otro museo Guggenheim en la reserva de la biosfera de Urdaibai y cuya ejecución cuenta con la oposición frontal del Ejecutivo autónomo.

Frente a quienes denuncian su nulo protagonismo y su papel secundario frente al protagonismo del PNV, el lendakari indicó que no le preocupan "los protagonismos y las posibles fotografías de estos días". "Los socialistas hacemos un ejercicio de responsabilidad pensando en el país, otros igual buscan la medalla, la política partidaria de visión corta y, por supuesto, desgastar al Gobierno central. Nosotros, por encima de intereses particulares, ponemos los intereses de la sociedad vasca" zanjó.

Apoyo a López

Por su parte, el PP vasco, formación que posibilitó el cambio de gobierno en Euskadi al apoyar a López, no ocultó su disconformidad con el pacto de Madrid. El líder de los populares en Euskadi, Antonio Basagoiti, señaló que el acuerdo pretende "imponer el nacionalismo obligatorio" y consideró una "vergüenza" que Rodríguez Zapatero haya cambiado el rumbo de su política para salvar su situación a costa de abandonar a quienes sufren el acoso terrorista.

"Es una vergüenza que en Euskadi haya más gente dando la cara por la España que usted representa y usted, que solo está en juego su sillón durante unos meses, sea incapaz de hacer lo mismo y reme en la dirección contraria", denunció Basagoiti refiriéndose al presidente, y recordó al PNV que los presupuestos a los dará su apoyo harán "mucho daño" a los vascos.