Los socialistas lanzan su abrazo del oso a ERC al apostar por un tripartito de izquierdas

Puigdemont amenaza la estabilidad del Gobierno si Esquerra, que acusa al PSC de estar "desorientado", hace presidente a Illa

El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, durante su participación este lunes en el ciclo de ruedas de prensa ESPAÑA ELECCIONES CATALUÑA PSC
El candidato del PSC a la presidencia de la Generalitat, Salvador Illa, durante su participación este lunes en una rueda de prensa 
Alberto Estévez

A menos de una semana para las elecciones catalanas, el ganador, según todas las encuestas publicadas, será el candidato socialista, Salvador Illa. La del CIS, sin asignación de escaños, incluso le otorgó este lunes una victoria muy amplia, dado que podría obtener casi el mismo porcentaje que la suma de Esquerra y Junts. Parece notarse en los sondeos el efecto del amago de retirada de Sánchez y su irrupción en la campaña.

Lo que ya no está tan claro, ni mucho menos, es que Illa pueda ser investido presidente de la Generalitat. Ya le ocurrió en 2021 (ganó en votos y empató en escaños con ERC) y también a la exdirigente de Ciudadanos Inés Arrimadas en 2017. Existe riesgo de bloqueo tras el 12-M y puede haber segunda vuelta. El candidato socialista, en cualquier caso, se ve ganador y en campaña no está rehuyendo el debate de los pactos postelectorales, una cuestión que suele ser incómoda en los días previos a la cita con las urnas, pues obliga a enseñar las cartas antes de que se reparta la baraja.

El exministro de Sanidad, que de acuerdo a los sondeos se mueve en torno a los 40 diputados sobre 135 del Parlament (ahora tiene 33), apostó este lunes por un pacto "socialdemócrata" con ERC y los comunes, una especie de reedición de los tripartitos que gobernaron Cataluña entre 2003 y 2010 con Pasqual Maragall y José Montilla a la cabeza. Su intención es armar una mayoría que "proporcione estabilidad", aunque tampoco descarta un Ejecutivo en solitario. Días atrás incluso abrió la puerta a pactar con Junts, aunque la predisposición le duró 24 horas.

Illa lanza un abrazo del oso del que ERC no quiere ni oír hablar porque cualquier mínima insinuación de alianza con los socialistas sería su tumba electoral a pocos días de la cita con las urnas. El presidente de la Generalitat y candidato republicano, Pere Aragonès, acusó al dirigente socialista de estar muy "desorientado", jugando todo el día a las sillas, dando por hecho su triunfo y cambiando cada dos por tres de posible aliados.

Sumar pierde fuelle

Tras el retiro de cinco días de Pedro Sánchez y su impacto en la campaña, los socialistas apuestan por concentrar el máximo voto posible de la izquierda. Esquerra ha evitado el cuerpo a cuerpo con Salvador Illa y con Carles Puigdemont y corre el riesgo de quedar rezagado en el esprint final hacia las urnas. Los comunes, en cambio, compraron la oferta de Illa de un tripartito. La marca catalana de Sumar pierde fuelle en las encuestas y Yolanda Díaz puede cosechar un nuevo revés tras los malos resultados en Galicia y el País Vasco.

Quien no quiso hablar de pactos fue Puigdemont, instalado en la segunda posición en las encuestas y con opciones de poder ser investido de nuevo presidente de la Generalitat. El eurodiputado está cuidando en campaña el perfil más convergente de su formación. Y amenaza a Sánchez con dejarle caer si Illa se apoya en ERC y los comunes para ser investido o si intenta una fórmula como la que dio la alcaldía a Collboni, con los votos del PP y los comunes, si bien hasta la fecha no ha habido ninguna encuesta que permita aritméticamente esta última opción. Si Junts queda por delante de Esquerra, Puigdemont exigirá a Sánchez la presidencia, aunque no haya mayoría independentista. Mayoría, de hecho, que no contemplan las encuestas, salvo que los secesionistas sumen fuerzas con la ultra Aliança Catalana.

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