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Primer paso para regular el cannabis medicinal: "La evidencia científica de su eficacia, incluso en los casos más claros, es relativa"

Sanidad saca a consulta pública el proyecto de real decreto sobre su uso. Su prescripción estará limitada para patologías que hayan demostrado una relación riesgo beneficio favorable.

Imagen de archivo de una planta de cannabis.
Imagen de archivo de una planta de cannabis.
Pixabay

El Ministerio de Sanidad acaba de sacar a consulta pública el proyecto de real decreto con el que regulará el uso de cannabis medicinal, que será prescrito y dispensado en forma de fórmulas magistrales a base de extractos estandarizados y limitadas para patologías que hayan demostrado una relación riesgo beneficio favorable.

Según ha informado este miércoles Sanidad, esta normativa será evaluada periódicamente para comprobar su eficacia y se le dotará de la flexibilidad suficiente para que pueda ser ampliada. La regulación planteada es "garantista en cuanto a la calidad de los productos y la seguridad" de los pacientes porque habilita las vías legales disponibles para poder disponer de compuestos terapéuticos a base de preparados estandarizados de cannabis que hayan mostrado evidencia a la hora de aliviar el dolor y el sufrimiento de los pacientes. Y se administrarán por vía oral.

Tal y como ha valorado en su cuenta en X la ministra del ramo, Mónica García, están desarrollando esta normativa en colaboración con los colegios profesionales y las sociedades científicas. "Incorporando las conclusiones presentadas en el Congreso de los Diputados y recogiendo las aportaciones de la ciudadanía", y ello de la mano de la "mejor evidencia científica y el diálogo con la sociedad civil", ha señalado.

De esta forma, España pasa a asemejarse a países del entorno que disponen de normativas que permiten el uso del cannabis medicinal como Portugal, el Reino Unido o Noruega.

Hay que recordar que en nuestro país ya existen medicamentos de fabricación industrial que contienen extractos de cannabis (como Sativex) para tratar la espasticidad (músculos tensos y rígidos) asociada a esclerosis múltiple y ciertas formas de epilepsia. Se trata de fármacos que se dispensan con receta oficial de estupefacientes. En su informe, el Congreso recomendaba el cannabis terapéutico para la espasticidad muscular secundaria a la esclerosis múltiple, dos tipos poco comunes y severos de epilepsia, dolor oncológico, naúseas y vómitos derivadas de la quimioterapia y endometriosis, pero el proyecto sometido a consulta pública dice que "es necesario valorar los datos disponibles y seleccionar aquellas en las que se considere una relación beneficio riesgo favorable".

Para Ana Ferrer, jefa de la unidad de Toxicología Clínica del Hospital Clínico de Zaragoza, hablar de cannabis medicinal es un poco "impreciso" porque se trata de una planta compuesta por numerosas sustancias de muy distinta naturaleza química. "Cuando aprueben lo que tengan que aprobar tendrán que decir qué composición exacta tiene; eso a los medicamentos se les exige siempre. Al tetrahidrocannabinol (THC) todo el mundo le llama cannabis pero no es verdad: es un componente del cannabis", apunta.

Asimismo, indica que la idea no es nueva ("los opioides y las anfetaminas son sustancias procedentes de las plantas", recuerda) y señala que en los países donde está legalizado el uso de este tipo de sustancias como medicamentos es para indicaciones muy concretas. "Como analgésico, el tetrahidrocannabinol es muy malo. Se le supone propiedades antieméticas (inhibidores del vómito) y tampoco son mejores que las de otros medicamentos que ya hayan probado. Para lo que son dolores, que se alega mucho, la evidencia científica no existe en estos momentos. Donde sí hay algo más de evidencia es para enfermedades un poco más raras, como la esclerosis múltiple -enfermedades neurológicas que producen espasticidad- o para algunos casos muy graves de epilepsia infantil. Eso es para lo que se ha empleado, pero son a su vez enfermedades, sobre todo esta última, tan raras que es muy difícil conseguir una evidencia clara de que una cosa les vaya bien", detalla.

Bajo este prisma, Ferrer estima que el uso terapéutico del cannabis va a tener en principio unas indicaciones muy limitadas y los beneficios que pudiera tener serán para casos "muy escasos". "Otra cosa es que luego se pudiera generalizar un poco más. Para lo que es el conjunto de la sociedad, creo que hay pocas aplicaciones y la evidencia científica de su eficacia, incluso en los casos más claros, es relativa. Eso es lo que está publicado en este momento; no es una opinión personal", concluye la jefa de Toxicología Clínica del Clínico, unidad de referencia para Aragón.

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