Cataluña estima que "no hace falta ningún trasvase del Ebro" para garantizar el agua en Barcelona

El conseller de Acción Climática de la Generalitat de Cataluña, David Mascort, ha insistido este lunes en que "no hace falta ningún trasvase del Ebro para garantizar agua a la región metropolitana de Barcelona", y ha recordado que en el actualidad Barcelona y su área metropolitana se abastecen en buena parte con agua regenerada y de desalinizadora, y que la intención es aumentar la producción.

Así se ha manifestado tras la reunión que ha mantenido con la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, en la que han abordado la ampliación de la desalinizadora de la Tordera (Gerona) y que alcanzará una capacidad de 60 hectómetros cúbicos al año, así como de una segunda en el río Foix, en Cubelles (Barcelona), que aumentará hasta los 30 hectómetros cúbicos al año. Ambas actuaciones están valoradas en 467 millones de euros y se impulsarán mediante la empresa estatal Acuamed, con la previsión de estar terminadas en 2028 y 2029, respectivamente.

En la reunión, también han acordado poder traer agua en barcos desde la desalinizadora de Sagunto (Valencia) a Barcelona "si fuera necesario" a principios de verano, ante la extrema sequía que vive Cataluña.

Sin embargo, el conseller ha afirmado que el transporte de agua en barco es una "solución puntual para equipamientos estratégicos, para que, cuando se dé la situación de más emergencia, puedan tener agua".

"No es la solución para la sequía de Cataluña y las cuencas internas", ha indicado Mascort, que defiende que el compromiso de la Generalitat es garantizar los recursos hídricos ante el contexto de sequía.

A propósito de los barcos de agua, Ribera ha explicado que se trabaja para que en su caso esta solución pudiera estar operativa desde el 1 de junio. La ministra ha querido dejar claro que la infraestructura de Sagunto, propiedad estatal, está "infrautilizada" porque funciona al 10% de su capacidad, de manera que el aumento de la producción para destinarla a Cataluña "no compite" con los "usos locales" del agua en la Comunitat Valenciana.

Ribera ha especificado que el coste de aumentar la capacidad de la desaladora lo asumirá el propio Estado, si bien el precio de transportarla en barcos y distribuirla en Cataluña correrá a cargo de la Generalitat, sin concretar cantidades.

Gobierno y Generalitat plantean hacer el transporte con dos barcos, en una operación que supone 12 horas de carga del agua en cada embarcación. Así, cada día podrían llegar entre uno y dos barcos a Barcelona, con hasta 40.000 metros cúbicos diarios en total.

En cualquier caso, ambos han indicado que, al igual que ocurre con las dos nuevas plantas de desalación, se aplicará el principio de repercusión de costes en la factura del agua.

Tanto Ribera como Mascort han explicado que traer el agua de Sagunto es la opción "más sencilla y más viable" y, en ese sentido, han vuelto a rechazar la idea de un hipotético trasvase del Ebro hacia las cuencas internas de Cataluña. "El proyecto que hemos defendido es que no hace falta un trasvase del Ebro", ha dejado claro Mascort.

Incredulidad de López Miras

Tras la comparecencia de la ministra y el conseller, el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras, ha asegurado que le "cuesta creer" que Cataluña enviaría barcos a Valencia, "porque hasta ahora todos los pasos que se han dado van en la dirección contraria".

"Lo que pasa ahora es que Cataluña necesita de otros territorios de su mismo país, de España, y está encontrando la solidaridad del resto de comunidades autónomas", ha explicado López Miras en una entrevista en la Cope.

Respecto a la sequía, ha indicado que en la Región de Murcia hay datos similares a los de Cataluña y Andalucía, con casi un 18% de agua en los pantanos, si bien Murcia sufre una situación de sequía estructural para la que se ha venido preparando en los últimos años.

Ha dicho que Murcia se ha convertido actualmente en la zona del mundo donde más se reutiliza el agua, además de tener la ventaja de recibir agua de un trasvase, el del Tajo, que permite que el abastecimiento esté garantizado.

Al respecto, ha recordado que en 2001 se aprobó un Plan Hidrológico Nacional con un trasvase del Ebro que suponía garantizar el abastecimiento a Barcelona, pero ha añadido que cuando llegó José Luis Rodríguez Zapatero al Gobierno lo derogó como primera medida que puso en práctica en su legislatura.

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