De asesinar al niño a sembrar el odio contra la madre, las caras de la violencia vicaria

Las víctimas exponen los tipos de este tipo de agresión machista en un encuentro la semana que un padre asesinó a sus dos hijos y se juzga a otro.

Decenas de personas durante una concentración, en la plaza Eivissa del distrito de Horta, a 10 de enero de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Varias entidades han convocado una concentración en Barcelona dos días después de que, según la hipótesis con la que trabajan los Mossos d’Esquadra, un padre asesinara a sus dos hijos menores y posteriormente se suicidara en el distrito de Horta el pasado 8 de enero. El caso, que ha asumido el Juzgado de Instrucción 26 de Barcelona, se mantiene bajo el secreto de actuaciones y los Mossos siguen trabajando en la investigación de este nuevo presunto caso de violencia vicaria...10 ENERO 2024;CATALUÑA;CATALUNYA;MANIFESTACIÓN;HUELGA;..Lorena Sopêna / Europa Press..10/01/2024 [[[EP]]]
Decenas de personas durante una concentración en contra del asesinato de los dos niños menores a manos de su padre en Barcelona. 
Lorena Sopna

La cara más atroz de la violencia de género es el asesinato de los hijos de la mujer por parte de la pareja. La semana que se juzga a un hombre que asesinó al suyo de 27 puñaladas, en Valencia, y que otro le quitó a la vida a los suyos de 7 y 10 años, el día que tenía que entregárselo a su madre después de las vacaciones navideñas, en Barcelona. "La más dolorosa, porque no hay vuelta atrás, es el asesinato de los hijos. Los asesinos no avisan, y si avisan a la madre, cuando ella denuncia no le creen", sostiene Raquel López, vicepresidenta de la asociación Libres de Violencia Vicaria, que agrupa a unas 200 mujeres y que este sábado celebran su primer encuentro en Fuenlabrada (Madrid) "por necesidad de conocernos y hablar de los que nos duele".

Hay, sin embargo, otras dos formas de ejercer esta clase de violencia y que se visibilizan en el I Encuentro de Víctimas de Violencia Vicaria. Una es el ejercicio de la agresión física a los niños porque el padre no puede hacerlo a la madre, ya sea porque es fuerte y lo impide o porque tiene órdenes de protección, que sirven a la mujer pero no a sus hijos.

"Es el germen del asesinato del niño", explica Inés González Uceda, médico de Urgencias y abogada que hizo un trabajo de grado sobre doce casos sucedidos entre 2009 y 2023. Como médico de urgencias y del 112, dice haber visto "casos sangrantes. Incluso bebés con el cráneo aplastado, y decirme que se ha caído de la cuna. Las madres tienen miedo a hablar, por si acaso el varón hace algo contra el hijo. Viven con el miedo de que el otro lo mate. Y él, si no logra ponerlo contra la madre, llega un momento en que mata al menor. Lo hace para castigarla, hacerle todo el daño que podía. Es una actitud de dominio".

La otra forma de violencia vicaria, y la más común con un 80% de los casos, según los datos de esta asociación de víctimas, sucede cuando el hombre se encarga de que los hijos odien a su madre. "Se les envenena y manipula", dice López, que sufre esta tercera clase de agresión machista. "Hace siete años que mis hijos se fueron de casa y hace cinco que cortaron todo vínculo conmigo y la familia materna", dice. Tienen ahora 21 y 23 años y la violencia comenzó cuando tenían ocho y diez años. "Me decían: no me das de comer proteínas, con esa palabra. No decía carne o pescado. O me preguntaban qué hacía con el dinero que me daba su padre, cuando volvían de casa de él. Como frases aisladas son gilipolleces, pero si las juntas y te pasa todas las semanas te vuelves loca. Cuando lo cuentas, te dicen: no es para tanto".

En su estudio, González Uceda encuentra que este tipo de violencia vicaria comienza cuando los hijos tienen unos ocho años. "El hombre está todo el día machacando al menor con que su madre es mala malísima porque le pone límites. En la casa paterna puede hacer lo que quiere. A los trece ya quieren irse a vivir con el padre, y se le admite en los juzgados. La madre deja de existir".

Los asesinos de niños que esta semana han sido noticia, tienen perfiles distintos. Uno tenía una condena por malos tratos pero disfrutaba de la custodia compartida del menor. El otro no tenía antecedentes de violencia de género. El criminal de Valencia lo hizo cuando la madre estaba al otro lado del teléfono del niño, y en el estrado narró con frialdad los hechos, mientras que el de Barcelona se suicidó.

"Sus perfiles son muy variados aunque coinciden en que ejercen el maltrato, puede tener comportamientos agresivos fuera de la familia o, al contrario, estar bien socializados", explica Carmen Uceda, sanitaria y psicóloga, también víctima de este tipo de violencia vicaria. "En el caso de los primeros es más fácil que la justicia actúe, en los segundos, no. Más cuando tienen una buena profesión y recursos económicos para pleitear".

Desprotección

En el encuentro de este sábado, las mujeres quieren dar otro mensaje: hay doble rasero de la justicia. "Un juez puede escribir en una misma frase que las agresiones de un padre a los hijos son hechos probados pero que él tiene derecho a verlos. La manipulación de los menores se denuncia pero nos encontramos con una judicatura no formada en violencia de género. Y se la cuela el que parece un buen padre", protesta López.

La investigación 'Violencia vicaria e institucional, repercusiones en el menor. Casos judicializados', de González Uceda lo confirma. De los 12 menores a los que hizo seguimiento, once viven con sus padres. "Las madres están muy desprotegidas. Los juzgados no hacen cumplir sus propias sentencias y multas contra el hombre". Ellas alzan la voz.

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