El caso de Tamames y otros políticos que cambiaron de rumbo (y de siglas)

Jorge Verstrynge, Rosa Díez o Ernest Maragall también viraron hacia posiciones que les llevaron a abandonar sus partidos de origen y defender planteamientos antagónicos.

Ramón Tamames
Ramón Tamames
EP

Ramón Tamames es a quien Santiago Carrillo encomendó tramitar la solicitud de legalización del PCE en 1977. Ejerció como diputado en los escaños de los comunistas y como vicealcalde de Madrid con 'el viejo profesor', el socialista Enrique Tierno Galván. Después, se pasó al CDS de Adolfo Suárez. Y, ahora, a sus 89 años, se presenta como el inesperado candidato de Vox para una moción de censura contra el Gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos. Pese a lo enrevesada, la travesía ideológica de Tamames no es única. Otros políticos han protagonizado su propio periplo de izquierda a derecha. Y viceversa.

El exsecretario general de Alianza Popular, Jorge Verstrynge, a su llegada a los juzgados.
Jorge Verstrynge
Efe

Jorge Verstrynge

Mano derecha de Fraga e ideólogo de Pablo Iglesias

Jorge Verstrynge fue el hombre fuerte de la Alianza Popular de Manuel Fraga desde 1979 hasta 1986, año en el que renunció a la secretaría general de los conservadores por su desencanto con la derecha. Profesor en la facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense -la cuna de Podemos-, lleva décadas enfrentándose a las preguntas de los estudiantes sobre su viaje ideológico desde el fascismo a la extrema izquierda. Nacer en el Tánger colonial en 1948 llevaba aparejado crecer entre ideas ultraderechistas, responde año tras año a sus alumnos. Según confesó después de abandonar AP, su inclinación hacia la izquierda comenzó ya en 1982. Primero se acercó al PSOE, aunque después adelantó a los socialistas por la izquierda, primero con el PCE y luego con Podemos. Es junto a Juan Carlos Monedero una de las principales influencias ideológicas de Pablo Iglesias y ejerció un papel fundamental en la creación de la formación morada. Su travesía la resume así: "Recibí insultos, fui denigrado, me quedé solo".

Rosa Díez, en una de sus comparecencias.
Rosa Díez.
H. A.

Rosa Díez

De aspirante a liderar el PSOE a apoyar al PP 

Rosa Díez fue consejera del PSE en los gobiernos vascos de coalición presididos por el peneuvista José Antonio Ardanza y llegó a disputar la secretaría general del PSOE a José Luis Rodríguez Zapatero y José Bono en las primarias de 2000. A partir de entonces, las relaciones de Díez con el aparato del partido, tanto en el País Vasco como en Madrid, se deterioraron de forma inexorable a cuenta del proceso de paz con ETA. Abandonó las filas socialistas para crear su propio partido, Unión Progreso y Democracia (UPyD). Justificó la decisión en "la inutilidad de defender las ideas desde dentro". Esas ideas de centro izquierda y autonomistas que mantuvo durante décadas mutaron al liberalismo y el centralismo, siempre con la oposición frontal a cualquier diálogo con el terrorismo etarra como prioridad. La negativa de Díez a pactar una coalición electoral con Ciudadanos ante las generales de 2015 precipitó la desaparición de UPyD. En sus últimas intervenciones políticas pidió el voto para el PP al considerarlo el único baluarte frente al independentismo.

Foto archivo de Soraya Rodríguez
 Soraya Rodríguez
Efe

Soraya Rodríguez

La portavoz del PSOE crítica que fichó Albert Rivera

Soraya Rodríguez ejerció como secretaria de Estado en los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, fue portavoz en el Congreso del grupo socialista entre 2012 y 2014 con Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general y después presidió el PSOE de Castilla y León. Fue una de las más firmes defensoras de la abstención en la investidura del 'no es no' a Mariano Rajoy, una crisis que acabó con la traumática renuncia de Pedro Sánchez. Pero el actual presidente del Gobierno retomó las riendas de la formación tras derrotar a Susana Díaz en las primarias de mayo de 2017 e inició la purga de los críticos que lo defenestraron meses antes, entre ellos Rodríguez. Su dilatado currículum socialista no impidió que se incorporase a las filas de Ciudadanos como uno de los fichajes estrella del entonces presidente de los liberales, Albert Rivera. Rodríguez no fue la única dirigente del PSOE en pasarse a la formación naranja. También lo hicieron el exministro de Trabajo Celestino Corbacho o Joan Mesquida, ex secretario de Estado y ex director de la Guardia Civil y la Policía Nacional.

El alcaldable de ERC por Barcelona, Ernest Maragall.
Ernest Maragall.
Efe

Ernest Maragall

La vieja guardia del PSC que pasó al independentismo

Ernest Maragall trabajó durante décadas a la sombra de su hermano Pasqual, el histórico alcalde de Barcelona y presidente de la Generalitat a los mandos del PSC. Su desapego hacia los socialistas catalanes se concretó en dos momentos. El primero, cuando Pasqual fue apartado del Gobierno catalán por José Luis Rodríguez Zapatero en favor de José Montilla. Meses después se conocería que el exregidor de la ciudad condal padecía alzhéimer. El golpe definitivo llegó con el inicio del 'procés' y a la postre supuso la ruptura del ala soberanista del PSC con el aparato del partido. Muchos de esos antiguos socialistas fueron acogidos con los brazos abiertos por Esquerra. Uno de ellos fue Ernest Maragall, que se convirtió desde entonces en uno de los actores más beligerantes dentro del secesionismo contra el constitucionalismo e incluso contra sus antiguos compañeros de filas. Ejerció como consejero de Exteriores en el Gobierno de Quim Torra y fue el candidato más votado en las últimas elecciones municipales en Barcelona, aunque la alianza entre los comunes de Ada Colau y el PSC le privó del mismo bastón de mando que durante 15 años ostentó su hermano. Otros antiguos dirigentes del socialismo catalán que han acabado en la órbita de ERC son los actuales consejeros Joaquim Nadal e Ignasi Elena.

Rafael Blasco

Comunista, consejero de PSOE y PP 

Rafael Blasco es otro de los políticos que ha recorrido el arco ideológico de cabo a rabo. Comenzó sus pasos en los años 70 en el Frente Revolucionario Antifranquista y Patriótico (FRAP), el brazo armado del PCE. Con la llegada de la democracia inició su transformación. Fue consejero del Gobierno socialista de Joan Lerma, del que fue apeado en 1989 por un caso de sobornos en recalificaciones de terrenos. El posterior archivo de la investigación despejó el camino a Blasco para regresar a la primera línea política, aunque esta vez lo hizo como miembro del PP. Recuperó su sillón de consejero en 1999 y lo mantuvo hasta 2011. En 2015, el Tribunal Supremo le condenó a seis años de prisión por el desvío de fondos públicos destinados a proyectos de cooperación en Nicaragua.

Emilio Guevara

El nacionalista que se pasó al PSE 

Emilio Guevara, que llegó a ser el máximo responsable de la Diputación de Álava en manos del PNV, acabó expulsado por sus críticas al entonces todopoderoso presidente de la ejecutiva peneuvista, Xabier Arzallus, al que tildó de "radical y fundamentalista" por la deriva que llevó al partido del nacionalismo institucional y los gobiernos de coalición con los socialistas a la confluencia soberanista con Batasuna en el Pacto de Lizarra. Fue elegido diputado autonómico en 2005, aunque tampoco acabó bien con el PSE. La última fricción, antes de abandonar la política al año siguiente, le valió la pública desautorización de la ejecutiva de los socialistas vascos después de asegurar que "desearía" que Navarra formara parte de Euskadi y censurar al Ejecutivo entonces presidido por Juan José Ibarretxe por haber renunciado a ello.

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