Las familias de las 21 víctimas del Villa de Pitanxo insisten en bajar al pecio hundido

Este sábado han vuelto a exigir que haya ese descenso, con la tecnología que se necesite, para tratar de sacar pruebas de los restos del pesquero que sirvan para aportar luz en el juicio.

Un pesquero, en la zona del naufragio del Villa de Pitanxo.
Un pesquero, en la zona del naufragio del Villa de Pitanxo.
EP

Manejar la angustia tras una tragedia de la magnitud de la del 'Villa de Pitanxo' es difícil y la prueba es que el caso sigue enrocado, pues las familias de los 21 fallecidos quieren que se baje al pecio mientras que el Gobierno, aconsejado por los técnicos, consideró en su momento que eso era inviable para rescatar cuerpos, y para buscar pruebas no hay orden.

El Vizconde de Eza ha hecho, involuntariamente, que la tensión se agudice. María José de Pazo, que ejerce de portavoz de las víctimas, y otros parientes iban a dar una rueda de prensa este sábado a las doce en Vigo, en el muelle de trasatlánticos, donde, pensaban ellos, tendría que estar atracado el buque científico.

Pero antes de esa convocatoria, avisó esta mujer a la prensa de que inesperadamente este barco de investigación pesquera y oceanográfica había sido movido de noche y llevado al área comercial.

No posar hoy ante esta gran embarcación flotante no era para ella una opción, por lo que no dudó en gestionar que una lancha neumática les aproximase a la nueva ubicación.

No quería De Pazo, tal y como ha trasladado, perder esa foto. Y tampoco la de una comparecencia frente al Náutico de esa ciudad gallega en la que han vuelto a exigir que haya ese descenso, con la tecnología que se necesite, para tratar de sacar pruebas de los restos del 'Villa de Pitanxo' que sirvan para aportar luz en el juicio.

El tiempo apremia, ha refrendado en sus declaraciones públicas De Pazo, hija de Francisco, el maquinista que iba a bordo y el más veterano de la malograda tripulación. Debe actuarse en época estival por la meteorología, ha recordado María José. Y como ella, los demás, junto a fotos de los que ya no están y mucha cartelería exigiendo la verdad.

En Silleda (Pontevedra), en esta misma jornada, el delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, ha pedido respetar la doble investigación del naufragio y ha reclamado que no se politice "este asunto una vez más, como se está politizando todo, porque creo que eso no ayuda a nadie".

Al ser preguntado por la decepción de las familias al ver que su demanda de que se baje hasta el pecio no es atendida, Miñones ha comentado que el buque oceanográfico Vizconde de Eza, al que aluden, no está "adaptado para un dispositivo de ese calibre", para "soportar" un robot sumergible de las dimensiones del que se necesitaría para llevar a cabo el operativo.

Ha comentado que sabiendo que no está preparado, no se podría poner "en peligro lo que es la propia tripulación". "Creo que nadie quiere eso", ha deslizado el delegado.

Y ha pedido dejar que avance la investigación, tanto la de la Comisión de Investigación de Accidentes Marítimos (CIAIM), como la de la Justicia, que dará un nuevo paso el próximo 6 de junio con la declaración en la Audiencia Nacional de los tres supervivientes -el patrón Juan Padín, su sobrino Eduardo Rial y el marinero ghanés Samuel Kwesi- y la armadora (Grupo Nores).

"Dejemos que avancen", ha solicitado Miñones, y ha apuntado que tanto los parientes como el Gobierno quieren dilucidar las causas del hundimiento. "Compartimos la necesidad de que se esclarezca", ha subrayado.

En lo referente a llegar al pecio, ha subrayado que "serán los responsables de la investigación los que nos digan qué tenemos que hacer".

El Grupo Nores, propietario del arrastrero, guarda silencio desde la emisión de un comunicado en el que relacionaban el accidente, según lo trasladado por el patrón, con una parada repentina del motor principal que habría dejado al barco sin propulsión ni gobierno, expuesto al viento y al oleaje.

Esto habría ocurrido en plena maniobra de virada del aparejo y Juan Padín no estaría en condiciones de controlar la situación posterior, la de los embates que escoraron y hundieron al pesquero de 50 metros de eslora, con base en Marín (Pontevedra), de una forma muy rápida.

Es la versión que defienden Padín y su sobrino, pero no Kwesi, según ha trascendido de sus declaraciones ante la Guardia Civil.

Kwesi ha relatado ante el Instituto Armado que el motor no se paró súbitamente, que fueron las maquinillas que recogen el aparejo las que dejaron de funcionar bien, tensando pero no recogiendo y provocando la escora.

También que se le pidió al capitán que soltara los aparejos pero que éste se habría negado y que, ya con el buque muy ladeado, se paró ese motor.

En un principio Kwesi narró lo mismo que Rial y Padín, pero luego dijo que eso sucedió así porque había recibido "presiones", término utilizado por él mismo.

Las familias esperan ahora al 6 para ver si las certezas ganan terreno a las dudas y si es posible demostrar que se cumplió el protocolo de prevención de riesgos en todo momento.

Como no hay pecio, porque el 'Villa de Pitanxo' literalmente fue engullido, es más embarazoso determinar qué es lo que desencadenó su sumergimiento, suscriben cada vez que tienen ocasión los parientes. La última vez, este 4 de junio.

María José de Pazo ha anunciado que el próximo miércoles llevarán su reclamación principal, esta, al Congreso de los Diputados, por medio de una protesta.

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