El presunto asesino de la niña Erika en Oviedo deja el hospital e ingresa en prisión

A Igor Postolache, de origen moldavo, de 31 años, se le atribuye un delito de asesinato y otro de agresión sexual en grado de tentativa.

Funeral por Erika, la adolescente asesinada en Oviedo la semana pasada
Funeral por Erika, la adolescente asesinada en Oviedo la semana pasada
EP

El presunto autor del asesinato a puñaladas de la niña Erika, de 14 años, en el portal del edificio donde ambos residían en Oviedo ha abandonado el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), donde estaba siendo atendido de las 20 puñaladas que él mismo se asestó tras matar a la menor, y ha ingresado esta tarde en la cárcel de Asturias, según han confirmado a Efe fuentes penitenciarias.

Igor Postolache, de origen moldavo, de 31 años, ingresó en la prisión en torno a las cuatro de esta tarde en cumplimiento del auto de prisión provisional, comunicada y sin fianza decretada por la jueza de Instrucción número 2 de Oviedo donde le atribuye un delito de asesinato y otro de agresión sexual en grado de tentativa.

Fuentes penitenciarias han asegurado que Postolache previsiblemente permanecerá en el módulo de Enfermería con las medidas cautelares habituales y la posible aplicación del protocolo antisuicidios hasta que se recupere totalmente de las lesiones.

El detenido se acogió a su derecho a no declarar cuando estaba ingresado en el hospital y la jueza dictó el auto que recogía expresamente que una vez que recibiera el alta hospitalaria se haría efectiva la orden de prisión provisional ante la existencia de riesgo de fuga, de destrucción de pruebas y de reiteración delictiva.

El presunto asesino llevaba apenas tres semanas residiendo en solitario en un piso de la primera planta del número 69 de la calle Vázquez de Mella, en el barrio ovetense de Vallobín, donde la víctima, Erika, vivía con su familia en otra vivienda de la cuarta planta.

El crimen fue cometido el pasado día 5 en apenas diez minutos, ya que la familia de Erika, alarmada porque no subió a la vivienda tras llamar al telefonillo desde el portal para acceder al inmueble, pidió a uno sus hermanos que bajara a buscarla y cuando uno de ellos fue a ver qué pasaba se encontró en el rellano un reguero de sangre que conducía hacia el interior de un piso de la primera planta en el que residía el detenido.

La Policía accedió a la vivienda desde un patio interior y halló a la menor tendida en el suelo con varias heridas de arma blanca y también al presunto autor del crimen que se encontraba atrincherado en el baño y que acababa de autolesionarse.

La madre del presunto asesino difundió ayer un comunicado donde pide perdón, en nombre de su familia, por el "inimaginable" dolor que están sufriendo los familiares de Erika.

En el escrito, que hizo público el abogado de la familia, la madre de Postolache señala que hasta ahora no había tenido valor ni fuerzas para dirigirse a los familiares de la víctima para pedirles perdón. "Yo misma no me lo perdono", afirma.

"Tanto yo como mi familia lamentamos profundamente los hechos sucedidos, que nunca pudimos imaginar y que nos acompañarán el resto de nuestras vidas", añade en su misiva la madre quien asegura que además entendería que la familia de Erika no aceptase su solicitud de perdón e incide en que, en un futuro y si ellos se lo permiten, desearía poder trasladárselo personalmente en la intimidad.

Postolache había sido absuelto en 2020 de un delito leve de amenazas y condenado con una multa de 8 euros diarios durante 2 meses por un delito leve de coacciones, una sentencia dictada el 30 de enero de ese año que fue recurrida y rebajada por la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo a una multa de 8 euros diarios durante 2 meses a 1 mes. 

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