Podemos resucita el 'No a la guerra' y divide al Gobierno ante la crisis por Ucrania

El ministro Albares responde a sus socio que "España no se esconde" y la acción exterior "la marca" el presidente.

El secretario general de Podemos de Castilla y León, Pablo Fernández, durante la rueda de prensa que ha ofrecido hoy para presentar las prioridades de su formación en los próximos meses.
Imagen de archivo el portavoz de Unidas Podemos y candidato a las autonómicas de Castilla y León, Pablo Fernández.
Efe. Nacho Gallego

La escalada de tensión entre Rusia y la OTAN a cuenta de Ucrania, que amenaza con provocar un terremoto en el continente, deja sentir sus réplicas a escala doméstica. Unidas Podemos ha resucitado el 'No a la guerra' -el eslogan con el que la oposición se levantó en 2003 contra el Gobierno de José María Aznar por la participación de España en la guerra de Irak- para criticar el eventual envío de tropas españolas si la crisis deriva en conflicto armado. Aunque esta vez la consigna va a dirigida a su socio de coalición, con el que se ha enredado por su distinta interpretación de la situación. "España es el país del 'No a la guerra', quien salga de esa senda está cometiendo un error muy grave", advertía este viernes el portavoz de los morados y candidato a las autonómicas de Castilla y León, Pablo Fernández.

El nuevo ciclo electoral ha provocado un cambio en las relaciones dentro del Consejo de Ministros. Los socios fijan posiciones de cara a su electorado, especialmente Podemos -que lleva en su ADN el antibelicismo- y dejan caducas las citas con las urnas en las que la consigna entre ambos partidos era no dispararse 'fuego amigo'. Prueba de ello es que las ministras de Derechos Sociales y de Igualdad, Ione Belarra e Irene Montero, respectivamente, entraron este viernes de lleno en la cuestión, aunque sin personalizar en ningún momento las críticas. "'No a la guerra'. Con ese espíritu y con ese compromiso debemos trabajar e intensificar las vías diplomáticas para desescalar cualquier conflicto", defendían las número uno y dos de Podemos.

Los morados volvieron a unir al bloque progresista del Congreso para presionar a su socio. Lo hizo firmando junto a Izquierda Unida, En Comú Podem, Alianza Verde, Bildu, BNG, CUP, Más País y Compromis un manifiesto "por la paz" en el que muestran su "preocupación" por el "incremento" de la tensión bélica, así como su "rechazo frontal" al envío de tropas al Mar Negro y Bulgaria y el convencimiento de que este conflicto "solo puede resolverse a través del diálogo".

La inmediata reacción de los morados forzó a los socialistas a aclarar conceptos diplomáticos con el objetivo de no alimentar más divisiones, máxime con un asunto geopolítico sumamente espinoso. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recordó que es el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quién "marca la acción exterior" del Ejecutivo, del que Podemos forma parte; y pidió no hacer "política ficción" porque de lo único que se ha hablado es de "sanciones económicas enormes" a Rusia. Albares también alertó de que "está en juego la construcción europea y debe prevalecer la unidad". "Son momentos complicados en los que todos contenemos la respiración. España está demostrando en el seno de la OTAN lo que es un país que quiere la paz, que apuesta por la distensión y que está unido y no se esconde", zanjó.

Movimiento de fragatas

Lo cierto es que el Ejecutivo está lejos de compartir una visión común sobre la crisis. La forma en la que se hizo pública la participación de España en el dispositivo de la OTAN para disuadir a Rusia molestó al socio menor, cuya reacción vino precedida por el adelanto del envío ya previsto de la fragata Blas de Lezo y del buque de acción marítima Meteoro a la flota permanente aliada que patrullará el mar Negro. Zona que se ha convertido en uno de los teatros principales de la crisis. El Gobierno también ha ofrecido el envío de cazabombarderos a Bulgaria como parte del despliegue disuasorio de la OTAN en el este de Europa.

Por otra parte, Albares mantuvo el martes una reunión con el secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, al que le trasladó su compromiso de que "cualquier nueva agresión rusa contra Ucrania conllevaría una respuesta severa". Cuestión que también puso en alerta a sus socios. "Empujar la OTAN hasta Rusia es un error y es estratégicamente torpe: subirán el gas, el petróleo, la inflación", le acusó el secretario general del PCE, Enrique Santiago.

El PP no dejo pasar la oportunidad para acentuar la división en el Ejecutivo. Pablo Casado preguntó este viernes a los ministros de Unidas Podemos "si son un solo Gobierno". Aunque cerró filas con Sánchez en la crisis de Ucrania, requirió su comparecencia en el Congreso para dar cuenta de la situación y reprochó a los morados "estar con Rusia y no con la OTAN". "Me gustaría escuchar a la vicepresidenta Díaz", aseveró.

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