La España Vaciada tiene un 10% menos de vecinos conectados a internet

La brecha digital, más intensa entre los mayores, dificulta su vida, les resta oportunidades y marchita sus pueblos, según el primer estudio monográfico.

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En España solo el 12% de la población carece de acceso propio a internet.
Pixabay

La España Vaciada, la enorme zona rural del interior de la península que se despuebla a marchas forzadas en favor de los principales polos de atracción urbanitas, sufre otro mal añadido que amenaza, si no se corrige con rapidez, con condenar definitivamente a estos territorios marchitos, plagados ya de pueblos fantasmas y de comarcas con una densidad de población semejante a la de la tundra siberiana o la de Laponia.

Una estudio monográfico ha confirmado que los pueblos de menos de 5.000 habitantes, en los que viven 4,6 millones de españoles mayores de 14 años, algo más del 11% del censo del país, están amenazados por una notable brecha digital. Unas infraestructuras de comunicaciones deficientes -falta de cobertura e insuficiente velocidad- y una severa escasez de habilidades digitales entre los mayores de 60 años alejan a los vecinos de la revolución digital, que es tanto como obligarles a caminar un paso por detrás del resto de españoles.

El informe hecho por Eurona, con la colaboración de la consultora Kantar, pone cifras al desfase, cuantifica y confirma la brecha tecnológica. Tres datos son reveladores. En España solo el 12% de la población carece de acceso propio a internet, pero en los pueblos de menos de 5.000 habitantes la proporción es de casi el doble. Llega al 21,7%, diez puntos más. En estas localidades rurales el porcentaje de vecinos que se conecta cada día a la red es también diez puntos menos que la media española, el mismo desfase que existe entre los urbanitas que compran alguna vez a través de internet (60%) y los que lo hacen en la España Vaciada (50%).

En definitiva, un 10% es el tamaño aproximado de la brecha digital entre los pueblos pequeños del interior y el resto del país, aunque en aspectos parciales como la utilización de redes sociales asciende hasta 38 puntos menos, posiblemente la misma franja de vecinos, un 35,5%, que nunca ha consumido vídeos 'online'. Esta situación, además de hipotecar su futuro, desvela una notable desigualdad de oportunidades en el presente, pues el limitado acceso obstruye el uso de servicios que facilitan y mejoran la vida, como la administración y el comercio electrónicos, la telemedicina o la formación 'online', y reduce el progreso social y las oportunidades de trabajo y de negocio.

Brecha generacional

Pero el deficiente acceso no es el único elemento que explica la anchura de la brecha. También lo es la exacerbada diferencia de uso entre jóvenes y mayores, más abultada que la existente en las zonas urbanas. Mientras nueve de cada diez jóvenes del área rural tienen conexión a la red solo cuentan con ella el 60% de los de 60 o más años. Si lo que se determina es cuántos se conectan a diario, en el caso de los jóvenes son el doble. El 97% frente al 38,6%. Una distancia muy semejante a la de los que usan redes sociales (95% frente a 32,8%) y los que compran por internet (73,5% frente a 15,7%).

El secretario general para el Reto Demográfico aseguró hoy que los resultados de este estudio serán valiosos para conseguir su principal objetivo para los próximos tres años: "eliminar la brecha digital (en el ámbito rural) y tratar de garantizar la igualdad de oportunidades (con respecto a las zonas urbanas)". Francisco Boya dijo que el Ejecutivo va a gastar 250 millones de euros para que el próximo año el 95% de los españoles tengan acceso a internet de alta velocidad (100 megabites), conectividad que debería llegar al 100% en 2024. El plan, añadió, también incluye programas para mejorar la otra brecha, la generacional, para aumentar las capacidades y habilidades personales y empresariales. El proyecto incluye la creación de 'centros conect' en la España interior, para fomentar el teletrabajo y extender la digitalización de empresas y negocios.

Boya cree que el plan es crucial para la España Vaciada, porque además de terminar con los desequilibrios y mejorar la igualdad de oportunidades, la digitalización es "un vector clave" en la lucha contra la despoblación, pues fija población, empleo y negocios y atrae a inversores y nuevos vecinos. Pero, además, defendió que internet es hoy "un bien de primera necesidad", una oferta obligada, pues carecer de acceso a la red te descuelga del mundo y el progreso. La prueba está en el propio informe. En un período de crisis sanitaria y limitación de movimientos como la pandemia, los pueblos pequeños incrementaron sus compras 'online' semanales un 150%, el empleo de videollamadas un 82%, el uso de la administración electrónica en un 37%, y multiplicaron las entradas en chap digitales (Telegram, Whatsapp, etc.).

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