Graves disturbios tras una manifestación masiva y una huelga que no paraliza Cataluña

Los incidentes más graves se producen en Barcelona, en el entorno de la Jefatura de la Policía.

Más de medio millón de personas, según la Guardia Urbana, se han concentrado este viernes en el paseo de Gràcia de Barcelona, muchas de ellas llegadas a pie de diferentes puntos de Cataluña para protestar contra la sentencia del 'procés', en una jornada que ha terminado de nuevo con disturbios en las calles. Al menos 54 personas han sido detenidas.

.El Sistema d'Emergències Mèdiques (SEM) ha informado este sábado por la mañana de que fueron atentadidas 182 personas heridas el viernes en Cataluña, 152 de ellas en Barcelona.

El SEM ha informado de que 50 de los heridos en Barcelona requirieron traslado a un centro médico, mientras que el resto fueron dados de alta in situ.

Fuera de la capital catalana, el SEM atendió a 7 personas en Tarragona, 12 en Gerona, seis en Lérida, una en la C-58 a la altura de Barcelona, una en Terrassa (Barcelona), una en Alella (Barcelona), una en Montcada i Reixac (Barcelona) y otra en Molins de Rei (Barcelona)

Las denominadas Marchas por la libertad, impulsadas por la ANC y Òmnium Cultural y que iniciaron su andadura el miércoles desde Vic, Berga (Barcelona), Tàrrega (Lérida) Gerona y Tarragona -más una sexta columna de un solo día desde Castelldefels (Barcelona)-, han confluido este viernes en el centro de la capital catalana.

Allí estaba convocada una manifestación a las 17.00 pero, ante el alud de gente, se ha convertido prácticamente en una concentración, que ha desbordado el paseo de Gràcia.

La Guardia Urbana ha cifrado a participación en 525.000 personas y los sindicatos independentistas convocantes, Intersindical-CSC e IAC, la han aumentado a 750.000 participantes.

Las Fuerzas de Seguridad consiguieron empujar a los manifestantes radicales que la asediaban hasta la Plaza Urquinaona donde al filo de las 22.00 de este viernes se estaban registrando los enfrentamientos más duros

La concentración ha transcurrido en un ambiente festivo y pacífico -parecido al de las concentraciones de la Diada-, con numerosas esteladas y proclamas a favor de los líderes independentistas condenados por el Tribunal Supremo, sin registrarse incidentes hasta que ha sido desconvocada sobre las 18.30.

Sin embargo, en paralelo y al margen de esta manifestación, han comenzado a producirse disturbios a pocas calles de distancia, en Via Laietana, frente a la sede de la Jefatura de Policía.

Desde el escenario de la movilización en paseo de Gràcia, situado a la altura de Diputación, la presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha llamado a las fuerzas independentistas a "defender y sostener una declaración de independencia".

El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, condenado a 9 años de cárcel por sedición, ha pedido por su parte a los catalanes -a través de una carta leída por el vicepresidente de la entidad, Marcel Mauri- que se mantengan "unidos y no violentos" a pesar de "los intentos de escarmiento" y la "represión" por parte del Estado.

A través de Twitter, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, no ha entrado en valoraciones políticas sobre la hoja de ruta y se ha limitado a aplaudir las "marchas por la libertad":

"¡Muchas gracias a todos los que habéis demostrado la fuerza cívica y pacífica del movimiento independentista! ¡Ganaremos y adelante, siempre adelante!", ha señalado Torra, después de que este pasado jueves lanzara en el Parlament su propuesta de ejercer la autodeterminación esta la legislatura.

Sobre esta propuesta, el candidato de ERC al Congreso de los Diputados Gabriel Rufián ha dicho, en unas declaraciones a los periodistas antes de participar en la manifestación, que su formación está “para solucionar las cosas” y no para vender “humo, ni magia, ni simbolismo”.

La portavoz de JxCat en el Congreso y también candidata al 10N, Laura Borràs, ha asegurado por su parte que la sentencia del 'procés' "no romperá la convivencia" en Cataluña.

Uno de los sindicatos convocantes, la Intersindical-CSC, ha calificado la huelga general como la "más grande de la historia de Cataluña" y ha cifrado la participación en la manifestación en 750.000 personas.

Paralelamente, la tensión iba en aumento a pocas calles de distancia del escenario donde se han producido los parlamentos.

La Policía Nacional ha detenido al menos a diez personas por los disturbios a las puertas de la Jefatura de Via Laietana de Barcelona, donde grupos de radicales han arrojado objetos a los agentes que custodiaban el edificio, como piedras y petardos y han encendidos contenedores.

Según han informado fuentes policiales, además de los ocho detenidos, la Policía también ha denunciado a cuatro manifestantes en aplicación de la Ley de Seguridad Ciudadana, por lanzar objetos contra la policía.

La Policía Nacional ha arrojado gases lacrimógenos y disparado pelotas de goma contra los manifestantes que han levantado barricadas y lanzado objetos contra la línea policial.

Fuentes policiales han confirmado que se ha recurrido a ese material antidisturbios después de que no hayan resultado efectivas las cargas con las que inicialmente se ha intentado dispersar a los manifestantes, que tras retroceder recuperan sus posiciones para seguir atacando la línea policial. 

En este panorama, el ministro del Interior en funciones, Fernando Grande-Marlaska, se ha dirigido a los independentistas violentos para transmitirles un mensaje: "Vamos aplicar el Código Penal con toda contundencia". Y les ha recordado que se enfrentan a penas de hasta 6 años de cárcel.

En otros puntos de Cataluña también ha habido manifestaciones y especialmente numerosa ha sido la de Gerona donde unas 60.000 personas, según los Mossos, han participado en la protesta.

En Tarragona, unas 10.000 personas, según la Urbana, se han concentrado en la plaza Imperial Tarraco y han desfilado hasta la plaza de la Font de Tarragona en un acto sin festivo y sin incidentes ya que apenas una docena de personas han secundado una convocatoria a favor de la unidad de España realizada a través de las redes sociales en la plaza Cuba, tomada por un fuerte despliegue policial.

Más multitudinaria ha sido la concentración en Lérida, donde 30.000 personas, según la Guardia Urbana, y unos 150 tractores han secundado la convocatoria que ha finalizado sin incidentes y con la construcción de 'castells'. 

En cuanto a la huelga general convocada en toda la Comunidad, tuvo su incidencia pero no paró Cataluña. El sindicato convocante, Intersindical-CSC, próximo a la CUP, calificó de éxito la jornada. Según datos oficiales facilitados por la Generalitat, el consumo eléctrico descendió un 10% respecto a un día laboral, un punto menos que las cifras registradas el 3-O de 2017. Red Eléctrica cifró el impacto en el 4%. En la mayoría de los sectores, la incidencia fue inferior al 50%. El único ramo donde se puede decir que el seguimiento fuera casi total fue el de las universidades. En el resto de la enseñanza, la incidencia fue del 43%, del 26% en la escuela privada y del 35% en la concertada. En el comercio, la huelga rondó entre el 60 y el 80%.

En esta ocasión, en cambio, los trabajadores de la función pública no se sumaron a la huelga como hace dos años. En el 3-O de 2017, el 70% de los funcionarios abandonó sus puestos, frente al 30% registrado este viernes. La diferencia es que la del 3-O contaba con el pleno apoyo de la Generalitat, que alentó el paro asegurando el sueldo de sus empleados. En el transporte público, el mayor impacto se produjo en el metro. La Generalitat no quiso dar cifras en la industria. La patronal habló de una incidencia menor que el 3-O. La fábrica de Seat, en cambio, interrumpió su producción, mientras que Nissan abrió con normalidad.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión