política

El PSOE se reafirma en sus preferencias hacia Ciudadanos para pactar tras el 28-A

Ábalos rechaza los "apoyos espurios" de los soberanistas para una investidura de Sánchez.

Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Efe

A menos de un mes de las elecciones generales, las posibles sumas que arrojen los resultados en las urnas distraen el debate político. Las encuestas van dando cada vez más crédito matemático a la posibilidad de que PSOE y Ciudadanos sumen una mayoría para gobernar o bien para reeditar un 'gobierno Frankenstein' con Pedro Sánchez en la Moncloa con el respaldo de Podemos, nacionalistas y soberanistas. Una reedición de la mayoría de la moción de censura que desalojó a Mariano Rajoy del Ejecutivo.

Pero en Ferraz no contemplan, al menos por ahora, sentarse a negociar con los independentistas para la investidura de Sánchez tras el 28 de abril. Ya lo descartó el propio líder socialista este fin de semana al decir que no tropezarían dos veces en la misma piedra. Los socialistas prefiere que sean los liberales quienes les respalden llegado el momento para evitar los "apoyos espurios" de Esquerra y el PDeCAT. "Para recibir apoyos, prefiero los que no cuestionan la unidad de España", zanjó este lunes el secretario de Organización, José Luis Ábalos.

La dirección del PSOE trata así de neutralizar el patinazo de Miquel Iceta, que en una entrevista en el diario Berria contempló la posibilidad de que se celebre un referéndum en Cataluña. El primer secretario del PSC aseguró que si el 65% de una sociedad quiere la independencia "la democracia debería facilitarla". Unas afirmaciones que provocaron un enorme revuelo en las filas socialistas y que sirvieron a PP y Ciudadanos como munición para arremeter contra Sánchez. "Jamás nos hemos planteado ese escenario", señaló Ábalos, que recordó que la autodeterminación de Cataluña es una línea roja para su partido como quedó de manifiesto tras romper el diálogo con la Generalitat que forzó el adelanto electoral.

El ministro de Fomento ya dejó caer hace unos días en 'El Español' que preferiría el apoyo de la formación liberal al de los secesionistas. Este domingo se reafirmó en buscar ese respaldo con los de Albert Rivera, en su opinión "de sentido común", pese a que, Adriana Lastra, evitase hablar la semana pasada de un pacto con Ciudadanos y tomase distancias con Ábalos. La vicesecretaria general indicó que el PSOE pondrá "encima de la mesa nuestro programa electoral para que los 350 diputados decidan qué es lo que quieren", sin más cordón sanitario que el de Vox y dejando claro que no excluyen llegar a acuerdos con ninguna formación. Para Ábalos, recibir un apoyo en una investidura no presupone ningún pacto y ninguna coalición.

El veto naranja

Pero está por ver que Rivera esté dispuesto a levantar su veto sobre el PSOE y, sobre todo, que su respaldo pueda ser suficiente. El 18 de febrero, tres días después de que Sánchez anunciara la convocatoria electoral, el comité ejecutivo de Ciudadanos aprobó por unanimidad descartar los acuerdos con los socialistas tras los comicios. El pasado martes, el líder de los liberales apuntaló esa decisión con una oferta al PP para formar un gobierno de coalición presidido por el más votado. Una reacción "histérica" a ojos de los socialistas, que responde al "miedo" de Rivera y su círculo "a perder votos por la derecha y prefiere renunciar al centro".

Pese a haber cerrado la puerta a los independentistas, el PSOE no excluye a Podemos de los futuros pactos. El secretario de Organización reconoció que en la entrevista inclinó la balanza hacia Ciudadanos porque no se incluía en las opciones de la pregunta a los de Pablo Iglesias. Aún así, Ábalos remarcó que el PSOE aspira a tener un Gobierno «monocolor» de nuevo, «sin chantajes ni presiones».

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