Manuel Silva: "Los empresarios españoles todavía miran demasiado al BOE"

Acaba de presentar dos nuevos tomos de la colección que usted coordina, ‘Técnica e Ingeniería en España’. ¡Una enciclopedia!

Son ya 11 tomos y 7.398 páginas. Más que enciclopedia, es una historia que busca probar que la técnica es un motor cultural.

Pero, ciencias y letras ¿no son mundos antagónicos?

En absoluto. Un avance de la técnica, como el ordenador, ha hecho mucho por la erudición mundial. ¡Si hasta los libros tienen ahora muchas más notas a pie de página! Esa visión dual está más que superada. Cuando D’Alembert hizo la clasificación de saberes para la ‘Encyclopédie’, no sabía dónde colocar la ingeniería.

¿Le gusta la serie ‘Big Bang Theory’?

Vi algún capítulo y me pareció un poco tontona.

En ella los ingenieros están enfrentados con los físicos. ¿Qué tal se llevan en el mundo real?

Bien, pero somos diferentes. La última ratio de un científico es el conocimiento, la de un ingeniero es la utilidad. Me gusta mucho el lema de los ingenieros de Montes: ‘Saber es hacer. El que no hace no sabe’.

Así que el futuro es de los ingenieros.

El futuro... y el presente.

En los libros que acaba de presentar aparecen inventos como la fregona. ¿A los españoles nos sobra imaginación y nos faltan medios para los grandes retos?

No tenemos más ideas que los demás, pero sí tantas como ellos. Pero el caldo social o económico en el que se tienen que desarrollar esas ideas no es el mismo que en Alemania o en Estados Unidos.

Ponga un ejemplo.

El destructor, ese tipo de buque de guerra, es un diseño español, de Fernando Villaamil, pero tuvo que construirse en Reino Unido. El primer Talgo, que también es diseño español, se hizo en acero. Cuando se pensó en construirlo en aluminio para hacerlo menos pesado, España no tenía capacidad para producir tanto aluminio.

Eso ocurrió mucho tiempo atrás. Hoy...

Hemos mejorado.

Pero seguimos sin apoyar la investigación.

Este país no apuesta por la investigación, el desarrollo y el prototipado. Un problema que todavía arrastramos es que el empresariado siempre ha mirado mucho al BOE y a los distintos boletines, y aún lo sigue haciendo. Tradicionalmente ha preferido buscar los privilegios del poder a arriesgarse.

Publicó el primer libro de investigación en España sobre robótica. Los robots ya dan miedo.

Cada vez harán más cosas. Pero lo de la inteligencia artificial es un invento. No harán nada que no se encuentre dentro de las posibilidades para las que hayan sido programados. Pero sí, se les están añadiendo enormes capacidades de cálculo. Un coche de gama media tiene hoy más capacidades que los ordenadores de la Universidad a principios de los años 80.

El Premio Nacional de Automática que recibió hace unos meses...

Es el más importante de la disciplina y me ha llenado de orgullo. Pero trabajamos en equipo y no hay que olvidar que en este edificio (la Escuela de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad de Zaragoza) hay un enorme talento. Este edificio, por citar solo una cosa, es líder mundial en investigación en cocinas de inducción.

Tiene una pasión, y no es secreta. Colecciona belenes.

Empecé cuando nació mi primer hijo. Tuve que hacer un viaje profesional a México y entre los regalos que traje a mi mujer de vuelta había un nacimiento que me hizo gracia porque San José era... Cantinflas. Poco después viajamos a Argentina, compramos otro lleno de flores, y sin darnos cuenta nos convertimos en coleccionistas.

¿Cuántos tiene?

Entre 350 y 400. No llevamos la cuenta porque el número no es lo importante. Lo que nos interesa es que tengan alguna particularidad, en los materiales o en los personajes. Uno de los más sorprendentes es de Vietnam. En él, San José es Ho Chi Minh.