Nubarrones

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Ballesteros / Efe

Al reencuentro con su particular concepto de la historia -se jactó de dejar huella en ella el día que obtuvo para el PSOE sus peores resultados electorales-, Pedro Sánchez lleva camino de seguir protagonizando nuevos hitos para los anales de la política y el parlamentarismo españoles. Tras convertirse en el primer presidente que llega a la Moncloa sin ganar unas elecciones y estrenarse con los presupuestos que rechazó del gobierno censurado del PP, el líder socialista apunta al no va más. Víctima de su diabólico juego de alianzas, que le ha convertido en reo de todos los partidos, está a un paso de erigirse también en el primer jefe del Gobierno que llega a la recta final de mandato sin haber aprobado un presupuesto. Las condiciones que Podemos ha puesto sobre la mesa para acabar con la ley de estabilidad presupuestaria son inasumibles, en tanto en cuanto supondrían una ruptura con Bruselas. Así las cosas, en el horizonte para 2019 amenazan nubarrones de prórroga presupuestaria que, de confirmarse, dejarían a Sánchez en año preelectoral con un pobre balance de gestión, más allá de decretos ley y postureos ideológicos. Sería histórico.