Las cinco corbetas Avante 2200 que Navantia construirá en los astilleros de Ferrol y Cádiz para vender a Arabia Saudí, cuyo contrato se negocia desde 2015, ocupará anualmente a cerca de 6.000 trabajadores directos e indirectos durante cinco años, según ha informado Navantia en un comunicado. Se trata de una operación valorada en unos 2.000 millones de euros.

Navantia firmó el jueves un acuerdo con la empresa estatal saudí Saudi Arabian Military Industries (SAMI) por el que ambas se comprometen a crear una empresa conjunta en Arabia Saudí que suministrará e integrará los sistemas de combate para los futuros contratos de programas navales en el país árabe, comenzando por el contrato de las cinco corbetas españolas, en negociación desde 2015.

El presidente de Navantia, Esteban García Vilasánchez, ha asegurado que la construcción de las cinco corbetas tendrá "un elevado impacto en la economía y el empleo", ya que calcula que  empleará anualmente a alrededor de 6.000 personas, de los que más de 1.100 serán empleos directos, más de 1.800 corresponderán a puestos de trabajo de la IIAA de Navantia y más de 3.000 serán empleos indirectos generados por otros suministradores.

Además, ha celebrado que Arabia Saudí ha manifestado un "claro compromiso" con el contrato con Navantia para la construcción en España de las Avante 2200. "El acuerdo firmado entre los dos gobiernos demuestra este compromiso e impulsa aún más la pronta firma de este contrato", ha señalado. Por su parte, los ministros de Defensa de ambos países expresaron su intención de completar y facilitar los procedimientos necesarios para firmar el contrato con Navantia para la construcción de las corbetas.

García Vilasánchez también ha destacado que la creación de una empresa conjunta supone "una oportunidad excepcional" para posicionar los sistemas integrados y soluciones tecnológicamente avanzadas de Navantia en el mercado de Arabia y su área de influencia, que además está alineada con su estrategia de internacionalización.

IU y varias ONG protestan por la venta de armamento

Sin embargo, no todos están de acuerdo con la venta de armamento a Arabia Saudí, por mucho que el negocio pueda generar un gran beneficio económico.

Alberto Garzón denunció este jueves que las armas que se venden al reino del desierto se usan en Yemen contra la población civil. Según el coordinador federal de IU, si España continúa con la operación, se convertirá en cómplice de las muertes en el pequeño país de la península arábiga, en guerra desde hace tres años.

Las protestas también han llegado desde distintas ONG. Amnistía Internacional denunció que "un tercio de los más de 15.000 bombardeos de la coalición saudí en estos tres años de conflicto en Yemen han atacado escuelas, mercados, hospitales o viviendas". Oxfam Intermón alertó del riesgo de que las armas se usen para cometer crímenes de derecho internacional.

La réplica llegó desde PP y Ciudadanos. Rafael Hermando, portavoz parlamentario de los populares, recordó a las ONG, "que viven de los impuestos de los españoles", los puestos de trabajo que creará el encargo de las cinco corbetas.

En la misma línea se manifestó el diputado liberal, Miguel Gutiérrez. Según consideró la operación con Arabia Saudí permitirá potenciar la industria nacional. "Precisamente lo que tiene que hacer el Gobierno es impulsar el desarrollo económico de las empresas españolas en el exterior", dijo antes de aludir también a los beneficios para el mercado laboral.