Muere un vecino del valle de Benasque en un alud en Viella que deja otro fallecido y un herido crítico

Gaspar Giner, un guía de montaña de 39 años de edad vecino del valle de Benasque, aunque natural de Salamanca, perdió este jueves la vida al ser sepultado por un alud junto a otros dos compañeros en el área de Conangles, muy cerca de la boca sur del túnel de Viella (Lérida). Iban equipados con raquetas de nieve y estaban haciendo unos trabajos de estudio e investigación en la zona cuando les sorprendió la avalancha, que también causó la muerte de un montañero de Bergara (Guipúzcoa) pero residente en Vilaller (Lérida), Unai Pérez de Arenaza, de 43 años, y heridas muy graves a otro, vecino del valle de Bohí (Lérida) de 44.

Según informaron fuentes de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña y del Consejo General de Arán, alrededor de las 9.45 se recibió un aviso de que se había producido un alud de grandes dimensiones en el área del Lago Rendon del valle de Conangles, a unos 2.100 metros, y que había tres personas atrapadas. Este jueves el nivel de riesgo era 3 sobre 5.

Al lugar se desplazaron de inmediato 13 especialistas del Grupo de Rescate en Montaña de los Bomberos de Arán, dos del Grupo de Actuaciones Especiales de los Bomberos de la Generalitat de Cataluña, tres helicópteros, Mosos de Esquadra, así como técnicos del Centro de Aludes del Valle de Arán y también guías de montaña de la zona.

Los socorristas llegaron a las 10.10 y localizaron en apenas tres minutos a uno de los montañeros semienterrado en la nieve pero consciente. Sufría politraumatismos, por lo que fue evacuado al hospital de Belvitge (Barcelona) con pronóstico crítico.

Las otras dos víctimas estaban sepultadas a más profundidad pero también fueron encontradas a los 8 y 10 minutos, respectivamente, gracias a que llevaban el detector de víctimas de avalanchas (ARVA). Sin embargo, estaban en parada cardiaca y no pudieron ser reanimados.

"Estaba muy integrado"

La noticia de la muerte de Gaspar Giner cayó como un mazazo en Castejón de Sos, en cuyo núcleo de El Run residía desde hace cuatro años. Con una personalidad "abierta y muy cercana", se había sabido ganar el aprecio de sus convecinos del valle de Benasque, adonde había llegado desde su Salamanca natal por su amor a la montaña y la naturaleza. Además, había estudiado en la Escuela de Montaña de Benasque. "Era una persona muy integrada en el pueblo y congeniaba excelentemente con la gente de todo el valle", confirmó el alcalde castejonense, José Manuel Abad, recalcando que participaba "muchísimo" en todas las actividades organizadas en la localidad. Abad apuntó que hay gente que llega a la zona y pasa desapercibida, pero que era ese el caso con Gaspar Giner "que estaba siempre dispuesto a colaborar en lo que se le necesitara".

El alcalde señaló que los accidentes como el que le costó la vida a Gaspar Giner "son cosas que hay que asumir cuando se vive en la montaña pero para las que nunca se está preparado".

La empresa de guías de El Run donde trabajaba expresó su pesar por lo ocurrido en un mensaje publicado en las redes sociales.

Mientras, Unai Pérez de Arenaza, también guía profesional de montaña, era un alpinista bastante conocido en el País Vasco, entre otros logros por haber abierto en el año 2004 una nueva vía para ascender al Shisha Pangman, de 8.013 metros.