Pensionistas en la calle

Miles de pensionistas, convocados por UGT y CC. OO., han salido a las calles de toda España para defender la sostenibilidad del sistema público de pensiones. Les asiste la razón. Es imperativo que las fuerzas políticas estudien y articulen cuanto antes un acuerdo que garantice a largo plazo la adecuada financiación de la Seguridad Social.

El sistema de pensiones de la Seguridad Social es una de las joyas del Estado del bienestar en España y resiste perfectamente su comparación con otros países. La cuestión es que su financiación está en entredicho, especialmente cuando se consideran las cifras a largo plazo. Debido al aumento de la esperanza de vida, un avance innegable, el tiempo de percepción de las prestaciones se alarga, mientras que el número de trabajadores activos en proporción al de pensionistas disminuye por razones demográficas. Esto significa que los gastos crecen más deprisa que los ingresos, de manera que las cuentas de la Seguridad Social se deterioran, al tiempo que los jubilados pierden poder adquisitivo por la aplicación de los criterios de ahorro de la última reforma. Con el modelo actual, una persona que se retirase hoy perdería alrededor de 350 euros mensuales de capacidad de compra a lo largo de su vida como jubilado, según un estudio de AFI presentado ayer mismo. La mejor base para asegurar un sistema que garantice pensiones dignas para todos será una economía con alto nivel de empleo y que pueda pagar salarios elevados. Ese debe ser un objetivo esencial. Pero el sistema de pensiones requiere asimismo reformas que, para ser duraderas, tienen que ser pactadas entre las fuerzas políticas, que no deberían dejar de lado por más tiempo esa urgente responsabilidad.