Algunos interrogantes sobre el arsenal entregado por ETA

La policía francesa va a tardar varios días en inventariar todo el material encontrado en los ocho zulos.

La policía francesa inspecciona un zulo.
Reacciones políticas al desarme de ETA
Efe

ETA ha devuelto poco más de la mitad de las armas que quedaban por recuperar del asalto cometido en Vauvert (sur de Francia) en octubre de 2006, según se desprende de los inventarios hechos públicos por el colectivo 'artesanos de la paz'. Este armamento, que constituía la dotación habitual de los últimos comandos, representa el principal índice de comparación para calibrar el alcance real del desarme. Los investigadores creen que las pistolas y revólveres que faltan pueden encontrarse en zulos dados por perdidos, sin descartar que algunas unidades hayan sido destruidas o abandonadas por su valor incriminatorio como probablemente sea el caso de las armas del crimen del brigadier Jean-Serge Nérin, última víctima mortal de las balas etarras.

La policía francesa va a tardar varios días en realizar el inventario completo del material almacenado en los ocho puntos geográficos del departamento de Pirineos Atlánticos desvelados por ETA a través de ciudadanos voluntarios, informaron a este periódico fuentes de la investigación. Es el tiempo que requerirá el análisis minucioso por la Policía Técnica y Científica en busca de huellas dactilares y perfiles genéticos, el precintado uno a uno de todos los elementos incautados y la comprobación del estado de las sustancias explosivas por los artificieros antes del traslado para su destrucción en instalaciones militares de la región.

Hasta que esas prolijas labores no concluyan no se podrá saber si el material decomisado coincide con el inventario adelantado por los intermediarios, que lo cifraron en 120 armas, tres toneladas de explosivos y miles de balas y detonadores. Los estadillos publicados de ETA dan una suma de 106 armas, de las que ocho son largas: tres subfusiles tipo UZI, cuatro fusiles G-3 y uno AK-47. De las 98 armas cortas, 59 son de la firma estadounidense Smith&Wesson. Se trata de 35 pistolas y 24 revólveres procedentes con toda probabilidad del botín de Vauvert, constituido en casi su totalidad por armamento de esa marca.

Según la contabilidad de la policía antiterrorista francesa, hasta la fecha faltaban por recuperar 106 armas completas de ese robo tras descontar las incautadas en Francia y España en el último decenio. Algunas armas son muy antiguas. Es el caso de una pistola etiquetada "zaharra" (vieja) o de otra de la firma Gregorio Bolumburu modelo Ruby. También hay dos Colt, un revólver Arminius y pistolas de las marcas Baikal, Beretta, Zastava y Walther así como cuatro granadas Hepat. Además, constan un chaleco y un brazalete de gendarme.

En los inventarios con el sello de ETA, fechados en 2015 y 2016, figuran miles de municiones y cientos de detonadores y temporizadores así como sensores de movimiento electrónicos o de mercurio para bombas-lapa. En el capítulo de explosivos hay diversas cantidades de cordón detonante, pentrita, pentaeritritol, pentolita, pólvora, amonal y kazkabarra (cloratita). También constan lotes de materias primas como polvo de aluminio, nitratos amónico y de potasio, clorato y nitrito de sodio, sodio sulfúrico, ácido sulfúrico y nitrometano, un combustible líquido robado el 10 de octubre de 2007 a una empresa francesa.

Dudas sobre el desarme

¿Se trata de todo el armamento de ETA? En la Subdirección Antiterrorista (SDAT) de la Dirección Central de la Policía Judicial francesa responden con otro interrogante: "¿Quién conoce el arsenal completo de ETA?". En los servicios especializados está arraigada la creencia de que ni los propios etarras saben a ciencia cierta el volumen verdadero de sus arsenales. Los depósitos fueron desperdigados a partir de 2005 en zulos diseminados por el territorio francés, muchos dados por perdidos al temer que hayan sido descubiertos por la policía o imposibles de localizar por referencias a la naturaleza en planos y croquis caducas con el paso del tiempo.

El material recuperado y los peritajes policiales serán comunicados en su día para ser enviados a las autoridades judiciales españolas en el marco de los dispositivos de ayuda mutua penal entre los dos países, anunció el fiscal jefe de París, François Molins. En un comunicado oficial informó de que su oficina había abierto el pasado martes una investigación preliminar por delitos de tenencia ilícita de armas y explosivos en banda organizada así como de asociación de malhechores con fines terroristas.Por su parte el fiscal de Bayona, Samuel Vuelta Simón, indicó que a las ocho y media de la mañana un representante de la Comisión Internacional de Verificación le entregó en propia mano un conjunto de documentos con la localización y el contenido de ocho depósitos de ETA. El magistrado, juez de enlace en Madrid de 2004 a 2008 y coautor del libro 'La justice française contre ETA', añadió en un comunicado que las informaciones fueron inmediatamente transmitidas al fiscal de París al ser competente en materia terrorista. La investigación corre a cargo de la SDAT y de la dirección interregional de la Policía Judicial de Burdeos (antena de Bayona) que no practicaron registros ni detenciones, pero identificaron a los 172 observadores voluntarios desplegados en los enclaves señalados.

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