Javier Fernández tiende a Podemos una mano cargada de reproches

El presidente del Principado, Javier Fernández, ha reiterado este lunes en el debate del estado de la región su oferta de diálogo a Podemos, pero sin "simulacros" ni "engaños" por parte de la formación morada, a la que ha reprochado que se haya desentendido del compromiso con Asturias "a fuerza de excusas".

En la primera jornada de un debate que su Gobierno afronta sin aliados parlamentarios, Fernández ha desgranado su gestión "seria", "rigurosa" y de "inequívoca orientación progresista" a lo largo de 70 minutos en los que no se ha sustraído a la situación nacional tras la abstención del PSOE en la investidura de Mariano Rajoy.

Tras lamentar no haber logrado el objetivo anunciado en su discurso de investidura de hacer "productiva" la pluralidad del Parlamento asturiano como se demostró con la prórroga presupuestaria de 2016, el jefe del Ejecutivo ha llamado al diálogo con todos, pero en especial con una izquierda que suma 28 de 45 diputados.

"Me preocupa que por juegos tácticos, por cálculos internos o por resentimiento incrustado contra el PSOE, la mayoría de 28 escaños que hay en esta Junta sea incapaz por segunda vez de acordar un presupuesto nutrido de políticas de progreso" ha añadido.

Según Fernández, ese diálogo abierto a todos debería posibilitar "sin mayor problema" acuerdos en aspectos como la ordenación del área metropolitana, la reforma de la financiación autonómica o las medidas para combatir el declive demográfico de Asturias y avanzar, con Podemos e IU, en una reforma fiscal "vinculada" al presupuesto.

Pese a reclamar que en este debate, y dado su cargo al frente de la gestora del PSOE, que Asturias no se convierta "en un naipe" a sacrificar "en ofrenda a la estrategia de cada partido", el jefe del Ejecutivo ha solicitado que la ineludible alusión a cuestiones nacionales no deje fuera el marco de actuación competencial del Principado en cuestiones "que inciden sobre la vida de la gente".

En ese ámbito de la situación política estatal, el presidente ha justificado además la decisión del PSOE de abstenerse en la investidura de Rajoy en la difícil coyuntura que vive España y en el hecho de que la única alternativa eran unas nuevas elecciones.

"Preocuparse por el Estado es de derechas, pretextan. Pues no estoy de acuerdo. A mí no me incomoda advertir que las presiones independentistas hacen más necesario que las instituciones del Estado funcionen con plena normalidad", ha advertido tras subrayar que un triunfo de las tesis soberanistas rompería la caja única de la Seguridad Social y pondría en riesgo el sistema de pensiones.

Así, ha pedido hablar "claro" en Asturias, con 175.455 pensionistas y una población de un millón de habitantes, y ha exigido que esa preocupación sea capital para la "presunta" izquierda, en alusión a Podemos, que interioriza el discurso independentista y mira para otro lado "mientras se quiebra la solidaridad y se imponen los territorios a las personas".

A su juicio, el Gobierno del PP -"contumaz en su desinterés por Asturias", ha apuntado- ni por su mala gestión, ni por su "entusiasmo austericida" ni por su actitud ante la corrupción merecía el respaldo electoral que obtuvo, "pero la realidad es que ha obtenido ocho millones de votos acreedores de todo respeto".

"Mañana tienen la tribuna y escucharé la respuesta a este ofrecimiento. Lo que digan y decidan marcará los próximos meses. Mi responsabilidad es la mayor, pero no se escondan a su sombra. El futuro de esta tierra les concierne", ha concluido su discurso, seguido desde la tribuna de invitados el nuevo coordinador de IU de Asturias, Ramón Argüelles, y por los secretarios generales de UGT y CCOO.

El debate se reanudará mañana a las 9:00 con la intervención de los seis grupos parlamentarios.