Fuentes del ministerio público han informado que, tras recibir las siete denuncias en junio pasado por parte de la Universidad de Barcelona, de quien depende el CREA, se ha acordado incoar diligencias de investigación.

Estas diligencias las lleva el coordinador de odio y discriminación de la Fiscalía, Miguel Ángel Aguilar, quien ya ha solicitado información sobre las denuncias a la Universidad de Barcelona (UB).

Así lo han explicado fuentes de la UB, que han indicado que, además de las siete denuncias, existe una octava persona que ha pedido quedar al margen de la investigación judicial, ya que quiere "absoluta reserva" sobre su caso concreto.

El hasta ayer rector de la UB, Dídac Ramírez, indicó ayer en rueda de prensa que éste es "un tema muy delicado" y ha añadido que "no podía ser susceptible de un tratamiento inadecuado", por lo que la universidad puso las denuncias en conocimiento de la Fiscalía.

"Cuando se tengan los resultados de Fiscalía, se hará lo que corresponda", ha considerado Ramírez, que ha dejado el cargo por jubilación, y que será sustituido por Jordi Alberch, hasta ahora vicerrector de Investigación, hasta que se elija un nuevo rector en las elecciones previstas para finales de noviembre próximo.

En junio pasado, la UB llevó ante la Fiscalía de Barcelona tres denuncias de otras tantas personas que habían hecho llegar sus quejas a las más altas instancias de la universidad en mayo, y a las que se sumaron otras cuatro en días posteriores.

Las denuncias se presentaron coincidiendo con la realización en la Facultad de Educación de la UB, situada en el Campus Mundet, de una jornada sobre el comportamiento de las sectas en el ámbito educativo con varios expertos, a mediados de mayo, e impulsada por un docente de esta universidad y antiguo miembro del CREA.

Tras conocerse las denuncias, el CREA contestaba que las mismas se debían a que este centro "rompió el silencio" en 2004 sobre el acoso sexual en las universidades y elaboró una investigación pionera en España sobre la violencia de género en las universidades catalanas y españolas.

Desde ese año, según se indicaba en el comunicado, "hemos recibido ataques y difamaciones constantes y sistemáticas desde el anonimato por parte de aquellos que quieren mantener el silencio sobre el acoso en las universidades, que están afectando a nuestras vidas personales y profesionales".

Los miembros de CREA, algunos de la UB pero también de las universidades Autónoma y Rovira i Virgili (Tarragona), consideran que estas "calumnias son usadas anónimamente por otras personas que, por diferentes motivos, como envidias profesionales, se posicionan contra el CREA".

La directora del CREA, Marta Soler, presentó este pasado mes de septiembre en una rueda de prensa en Barcelona un estudio externo que, según explicó, quería demostrar la falta de fundamento de la manipulación informativa de algunos medios sobre el CREA.

El estudio ha sido realizado por el psicólogo José Fernández Aguado, que ha hablado con el 80 % de los miembros actuales del CREA -59 personas, 27 familiares de miembros y siete ex miembros- y para hacerlo, se ha basado en un estudio previo sobre el análisis de víctimas de grupos abusivos realizado por dos investigadores de la UB y una de la Universidad Autónoma de Madrid.

El psicólogo concluía que no existe aislamiento del entorno y la familia entre los miembros del CREA, que el grupo no es abusivo, que no existe control de la vida personal de los miembros y que es fácil dejarlo.