La diputada de Podemos en el Parlamento andaluz Teresa Rodríguez ha pedido que Asuntos Exteriores, e incluso el Rey, medien para que la huelga de hambre de la sahararui Tabkar Haddi, iniciada hace 22 días para pedir que se aclare la muerte de su hijo, no se convierta "en una tragedia".

Rodríguez se ha entrevistado con Takbar Haddi en la calle donde esta lleva a cabo su protesta, justo en frente de la sede del Consulado de Marruecos en Las Palmas de Gran Canaria, que estaba custodiada por varios policías, para interesarse por su estado y por su reivindicación "lógica".

Esta sahararui, que reside en Tenerife desde hace diez años, decidió el pasado 15 de mayo iniciar una huelga de hambre que no prevé terminar "hasta que se haga justicia" con la muerte de su hijo, Mohamed Lamine Haidalla, fallecido el 8 de febrero en un hospital de Agadir tras las agresiones sufridas en una reyerta ocurrida el 31 de enero.

La diputada andaluza ha considerado que "el pueblo asume de forma mucho más responsable que sus propios gobiernos la lucha por la aplicación de los Derechos Humanos y las resoluciones de la ONU en el territorio saharaui" y ha respaldado la petición de Haddi de que se esclarezca "en qué condiciones murió" su hijo "y las responsabilidades de quienes giraron en torno" a su fallecimiento.

Teresa Rodríguez ha criticado que la UE tiene firmados varios acuerdos comerciales con Marruecos con cláusulas que condicionan su cumplimiento al respecto a los Derechos Humanos, pero "nunca se aplican", y ha considerado que "no puede continuar que los intereses comerciales con el país vecino estén por encima de la defensa de los derechos de sus habitantes".

Con "dolor de cuerpo", Tabkar Haddi, y su tío materno, Elhaiber Ahmed, han explicado a Efe que esta huelga de hambre no finalizará "hasta que no se haga justicia".

La sahararui asegura que no fueron tres hombres los que agredieron a su hijo, como asegura el Consulado de Marruecos en Canarias, "sino cinco colonos, uno de ellos en libertad".

Haddi se ha negado a recuperar los restos mortales de su hijo, que fue enterrado por orden judicial el 22 de febrero en el cementerio de El Aaiún, según ha explicado el cónsul marroquí Ahmed Moussa, porque antes quiere que le entreguen la autopsia que le han negado.

La saharaui pide "que haya una comisión independiente que investigue las causas de la muerte", al considerar que "esto es un complot entre un gobierno y unos colonos que están en libertad", ha referido su tío Elhaiber Ahmed.