Unión Europea

España reúne a 17 ministros europeos para analizar más reformas en la UE

José Manuel García-Margallo ha elaborado un documento con sus propuestas. El encuentro tendrá lugar en Palma de Mallorca.

José Manuel García Margallo y Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la Nación
José Manuel García Margallo y Mariano Rajoy en el debate sobre el estado de la Nación
EFE

España reunirá a partir de este viernes en Palma de Mallorca a diecisiete ministros de Exteriores de la Unión Europea con el fin de hacer una profunda reflexión sobre las reformas tanto económicas como políticas que necesita la Europa comunitaria.


El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, actuará como anfitrión de esta cita, ante la que ha repartido entre sus colegas un documento de trabajo con propuestas sobre el futuro de la UE como la que invita a reflexionar sobre la conveniencia de unificar en una sola persona los cargos de presidente de la Comisión y del Consejo europeos.


La cumbre será inaugurada por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y en ella participará también el Príncipe, quien presidirá el sábado un desayuno de trabajo con los ministros presentes en la capital balear.


La reunión es continuación de las que durante 2012 protagonizaron los ministros de Exteriores de once países en el marco del denominado Grupo de Reflexión sobre el futuro de Europa, auspiciado por el jefe de la diplomacia alemana, Guido Westerwelle, quien tiene residencia en Palma y ha organizado una cena para todos los participantes en la cumbre al término de la primera jornada de trabajo.


En esta ocasión, se ha decidido ampliar la convocatoria a los veintiocho países que conforman la UE, y han anunciado su presencia los titulares de Exteriores de diecisiete socios comunitarios.


Así, en Palma se reunirán los ministros de España, Alemania, Francia, Italia, Polonia, Rumanía, Holanda, Bulgaria, Grecia, Bélgica, Dinamarca, Hungría, Malta, Lituania, Chipre, Estonia y Letonia.


De los once integrantes del Grupo de Reflexión no acudirán ni Portugal ni Luxemburgo debido a la situación política que atraviesan ambos países.


Fuentes diplomáticas españolas han señalado que la reunión servirá para hacer balance de los avances que ha habido en relación con el informe final de ese Grupo de Reflexión y para identificar nuevos retos y hacer propuestas con el objetivo de hacerles frente.


Así se reflejará en la declaración final de la cumbre, en la que se hará referencia a las medidas que se consideran necesarias para dejar atrás la recesión y evitar que vuelva a provocarse una situación como la actual.


Se pretende igualmente reavivar en la sociedad civil el debate sobre el diseño presente y futuro de la Unión Europea teniendo en cuenta que en menos de un año se celebrarán las elecciones europeas.


Pero además de la declaración, Margallo ha hecho llegar a sus homólogos europeos un documento de trabajo con sus reflexiones sobre lo que considera que debería hacer la Unión Europea.


Entre ellas, a largo plazo, la fusión de los cargos de presidente de la Comisión Europea y presidente del Consejo Europeo en una figura que debería ser elegida directamente y con capacidad de nombrar a los miembros de su propio colegio.


Mientras tanto, defiende un fortalecimiento de la Comisión Europea, considera que la reducción del número de comisarios podría contribuir a mejorar su labor y aboga por una mayor autonomía del presidente de esta institución para conformar su equipo.


La decisión que se adopte respecto al número de comisarios cree que debería aplicarse plenamente para la Comisión Europea que se elija en 2019.


Para mejorar su legitimidad democrática, respalda que el presidente de la Comisión se elija por sufragio universal indirecto.


En cuanto al Consejo Europeo, cree que debería ser posible la presencia en estas reuniones de los líderes comunitarios de un ministro, como podría ser el de Exteriores, para que cumpliera una función de asesoramiento técnico durante las negociaciones.


El ministro defiende pasos más audaces para mejorar el funcionamiento de los mercados financieros europeos, un mayor protagonismo del Parlamento Europeo en el desarrollo de la unión económica y monetaria y más cooperación de la Eurocámara con los parlamentos nacionales.


Aboga igualmente por mejorar la coherencia de la acción exterior de la Unión Europea, y para hacer que sea un verdadero actor en la escena internacional, plantea, entre otras propuestas, que haya más decisiones por mayoría en el ámbito de la política exterior y de seguridad o, al menos, evitar que un único Estado tenga la posibilidad de obstaculizar iniciativas.


En esa misma línea propone, por ejemplo, una política de apoyo a los estados miembros en sus candidaturas para puestos en organizaciones de carácter internacional.