Extremadura

Hallan los cadáveres de un matrimonio con disparos de escopeta en Cáceres

Los cuerpos han sido hallados a primera hora de este lunes por un familiar. Dentro de la vivienda ha sido encontrada una escopeta.

Los cuerpos sin vida de un matrimonio han sido hallados en una vivienda de la zona cacereña de 'La Mejostilla', concretamente en el número 63 de la calle Peña Lara, sin que hasta el momento se conozcan las causas.


Según ha informado la Delegación del Gobierno en Extremadura, los cuerpos han sido hallados a primera hora de esta mañana por un familiar, aunque no se puede confirmar cuando se ha producido su muerte.


Las mismas fuentes informan de que dentro de la vivienda ha sido encontrada una escopeta con la que, supuestamente, se habrían provocado las muertes.


La Policía llegaba al domicilio donde ocurrieron los hechos sobre las 10.00 de este lunes y se marchaba a las 13.30, momento en el que los dos cadáveres han sido trasladados al Centro Anatómico Forense, por orden del juez.


El juez del Juzgado número 2 de Cáceres, Francisco Matías Lázaro, de guardia en el momento de los hechos, se ha hecho cargo del caso y ha decretado el secreto expreso del sumario.


Desde la comisaría de Cáceres, el comisario jefe Luis Ochagavía ha confirmado las dos muertes del matrimonio de más de 70 años y ha indicado que "están abiertas todas las líneas de investigación" y que "de momento no se puede dar ninguna información".


La urbanización Sierra de Gredos, lugar de residencia del matrimonio, ha visto alterada su tranquilidad con la noticia de la muerte de dos de sus vecinos.


Los vecinos han relatado que se trataba de un matrimonio de más de 70 años, con 4 hijos, de los cuales uno de ellos vivía con la pareja y al que todavía no habían visto.


Padre e hijo, indican los vecinos, que prefieren mantener su anonimato, eran aficionados a la caza.


El hombre, Manuel Barra, estaba ya jubilado, y la familia es la propietaria de la empresa 'Plásticos Barra', instalada en Puente Vadillo en Cáceres, negocio por lo que el fallecido era muy conocido en la capital cacereña