Informe PISA

La calidad de la educación española, por debajo de la media europea

Castilla y León, Madrid y La Rioja, las comunidades con los mejores resultados educativos y Canarias, Baleares y Andalucía las que están a la cola.

Los estudiantes de Castilla y León, Madrid y La Rioja son los que obtienen los mejores resultados del sistema educativo, según un estudio que revela que la diferencia de estos resultados entre las autonomías son tan grandes como los de los países de la OCDE.


Así se refleja en el informe 'Educación y Desarrollo. Pisa 2009 y el sistema educativo español', elaborado por la Fundación BBVA, que analiza los datos del informe PISA sobre los conocimientos adquiridos por los estudiantes de 15 años en 65 países de la OCDE.


El catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Pablo Olavide e investigador del IVIE, Antonio Villar, ha coordinado el trabajo de otros ocho investigadores sobre los datos de PISA en España, que incluyen los de 14 autonomías, ya que Castilla-La Mancha, la Comunidad Valenciana y Extremadura no participaron en la evaluación en su momento.


Villar ha señalado que el entorno sociofamiliar explica el 40% de las diferencias entre las comunidades y otro 25% la estructura productiva de la autonomía, mientras que el resto no sabe a qué obedece.

El estudio aborda el rendimiento, la equidad y la calidad

El estudio aborda la evaluación del rendimiento, la equidad y calidad de los sistemas educativos, la estimación de la insuficiencia formativa o la relación existente entre rendimiento educativo, crecimiento económico y mercado de trabajo.

Villar ha precisado que la equidad está vinculada a la igualdad de oportunidades y las condiciones socioeconómicas del alumno y la calidad analiza la proporción de estudiantes que alcanzan los niveles superiores de competencia (6 y 5), descontando los que no llegan al 2 -nivel considerado como el menor para luego poder desenvolverse- en matemáticas, ciencias y lectura.


En su opinión, y a pesar del "enorme avance" que ha habido en educación desde los años 80, la calidad no ha mejorado y en las "grandes diferencias regionales" no hay una relación directa entre tener más renta y tener más educación, ya que no coincide que las comunidades más ricas sean las que salen mejor paradas en el estudio.


Todas están por debajo de la media de la OCDE en términos de calidad, aunque algunas obtienen buenos resultados en rendimiento (Castilla y León, Madrid, Cataluña y La Rioja) y de equidad (País Vasco, Galicia y Cataluña).


El estudio advierte de que las diferencias en los resultados educativos tienen consecuencias importantes en el desarrollo, la generación de la riqueza y el mercado laboral. Villar ha asegurado que 50 puntos más en las pruebas PISA supondrían aumentos de casi un uno por ciento en la tasa de crecimiento de la renta per cápita.


A su juicio, las regiones con un mayor rendimiento educativo parecen mostrar una mayor capacidad para resistir el impacto de la crisis, especialmente en el mantenimiento del empleo, y ha puesto el ejemplo de Madrid, frente a Canarias y Baleares, comunidades que han basado su economía en el turismo y la construcción.


Ha coincidido con el Ministerio de Educación en la conveniencia de someter a "pruebas externas" a los alumnos y en aumentar el número de alumnos por aula, pero creando grupos entre los que avanzan más rápido.

Villar ha considerado que la coyuntura económica no va a permitir "muchas alegrías" en el gasto educativo, pero ha destacado que lo importante es "cómo y dónde" se invierte.


Ha rechazado que las diferencias surjan de estudiar en una escuela pública o privada y le ha dado más importancia a los compañeros y a la presencia de libros y hábitos culturales en la familia.


En su opinión, hay dos problemas urgentes en el sistema educativo: el fracaso escolar -el 36,6 % de alumnos repetidores frente al 17,4 % en la OCDE- y la falta de atención a la excelencia, que no estimula los buenos resultados.

Recomienda diseñar políticas para mejorar los hábitos culturales de la familia, potenciar la cultura escrita, flexibilizar la gestión de los centros y ampliar la educación preescolar, ya que desarrolla las actitudes formativas.