Micocyl expide apenas 4.000 licencias para una campaña hasta ahora inexistente

Las condiciones meteorológicas de los últimos meses retrasan la petición de licencias en la web del Micocyl.

Un recolector en busca de hongos durante una campaña micológica.
Un recolector en busca de hongos durante una campaña micológica.
Luis Ángel Tejedor

"Muy cálido" y "muy seco", adelantaba hace unos días la Agencia Estatal de Meteorología en el avance climatológico mensual correspondiente a septiembre. Así, si el tema protagonista hasta hace una semana podría centrarse en la salida o no de Vinuesa y Duruelo de la Sierra del Programa de Micología de Castilla y León (Micocyl), ahora es la propia campaña la que copa el centro de las conversaciones.


Los augurios, compartidos por gran parte de los implicados, "no son del todo buenos". El estrés hídrico que sufren los montes como consecuencia de la falta de lluvias es el motivo. Nada nuevo para aficionados y profesionales de la micología, que ven como aunque las precipitaciones llegasen ahora de golpe, el plazo para la campaña de este año se retrasaría casi hasta final de mes. Con la contingencia de la posible cercanía de las primeras heladas.


"Los antecedentes no han sido buenos y los recolectores no se han animado hasta hace poco a sacar sus permisos", aseguran desde el Micocyl, el método que la Unidad de Gestión de Aprovechamiento Micológico (UGAM) Montes de Soria ofrece para regular la actividad.


Según los datos gestionados a través de la aplicación electrónica, donde los interesados pueden inscribirse para recolectar los hongos de manera legal, [hasta el pasado viernes] se habrían tramitado unos 4.000 permisos en Soria. Una cifra muy lejana de los cerca de 28.000 que se contabilizaban por estas mismas fechas el año pasado.


La apertura del sistema de inscripción, que también se puede solicitar en los diferentes puntos físicos de expedición, se realizó el 1 de agosto. No obstante, "no ha sido hasta final de septiembre" cuando el número de peticiones "ha aumentado exponencialmente". Además, detallan las mismas fuentes, el número "real" de licencias sería mayor de esos 4.000, ya que todavía no pueden contabilizar los permisos emitidos de forma física.Llegan los primeros grupos

La campaña no aterriza, porque no llegan las setas, pero ya hace algunas jornadas que los montes de la provincia han empezado a recibir cuadrillas. "El fin de semana pasado era puente en el País Vasco y había mucha gente preparada para subir al monte", relata Asunción Medrano, alcaldesa de Vinuesa. El ánimo no decae. Y aunque la previsión es todavía incierta, la edil asegura que los establecimientos "están muy bien de ocupación". Una cuestión que ya manifestó el presidente de la Asociación de Turismo Rural de Soria, Tursoria, Dionisio Martínez.


La realidad, no obstante, es que "todavía no hay nada de nada", avanza Medrano, en relación a la productividad actual del monte.


Hace falta agua. En todo el mes de septiembre, como explica la Aemet, no se superaron los 25 litros por metro cuadrado, el mínimo contemplado. Y para entonces ya quedaban lejos las precipitaciones de principios de verano, que llegaron a cerca de 40 litros por metro cuadrado en algunas zonas del Sistema Ibérico.


Llegará la campaña, pero si todo va bien "será ya a partir de mediados de este mes", aventura la alcaldesa con precaución.Cada vez más interés

La previsión por el momento es incierta, pero desde el Micocyl aseguran que no se plantean ningún tope, al alza o a la baja, en el número de permisos. Y esperan que el anuncio de precipitaciones próximas (quizá para la semana siguiente) "pueda animar a los recolectores".


Sea mayor o menor la producción este año comparada con los anteriores, explican desde el Micocyl, "lo representativo es que el número de permisos recreativos va en aumento". Una señal de que la cultura micológica y el interés por esta actividad toma cada vez más relevancia en la provincia.


El año pasado, cuando la campaña comenzó casi a mediados de septiembre y en total se emitieron 56.000 licencias, más de un 90% fueron para aficionados, mientras que el otro 10% recayó en manos de profesionales. Hasta la fecha, de esos todavía escasos 4.000 permisos "un 80% corresponden al uso recreativo y el otro 20% son comerciales".El peligro de los ilegales

La venta de licencias avanza lenta y, a la par, la adjudicación de aprovechamientos al Micocyl. Los plazos obligaron a empezar el 16 de agosto con la mitad de las hectáreas por asignar, unas 79.000 de un total de 157.621. A principios de septiembre se habían alcanzado las 116.300 hectáreas y en la actualidad sería unas 139.000, a falta de un 11,8% para alcanzar los niveles de 2015.


Los preparativos de la campaña, además, incluyen también la vigilancia de posibles intrusos sin licencia que puedan hacerse con los preciados hongos. Una contrariedad que, por el momento, parece que no ha aflorado. "Si no hay setas, no hay movimiento", asegura la alcaldesa de Vinuesa al hilo del tema.


La predicción sobre la producción estimada que aporta el Micocyl en su página web todavía es "baja" en toda la provincia.


En cualquier caso, hay que esperar.

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