FINAL SANGRIENTO

Un año de crisis y terrorismo en Grecia

La Policía sigue la pista anarquista en el ataque con una moto bomba contra el edificio, que sufrió graves daños.

Policías y bomberos trabajan ante el tribunal administrativo de Atenas tras el atentado.
Un año de crisis y terrorismo en Grecia
PANTELIS SAITAS/EFE

Los griegos hablan de 2010 como el año del sufrimiento: la subida del desempleo, el estricto programa de ahorro y el terrorismo crearon un clima de miedo y de inseguridad entre la población. Y todo ello coronado con un atentado con una moto bomba en Atenas el penúltimo día del año.

Theodoros Ioannidis todavía tiene el susto en el cuerpo. "Estaba en el ascensor y escuché un fuerte estruendo. La casa tembló. Bajé y tuve la impresión de que había una guerra", cuenta este ciudadano griego, que vive cerca del tribunal administrativo de Atenas.

El edificio judicial resultó fuertemente dañado tras la explosión, que tuvo lugar a primera hora de la mañana, y frente a él los vehículos destrozados por la explosión desprendían humo. La detonación se escuchó en casi toda la capital griega y rompió los cristales de las ventanas en un radio de unos 200 metros. Pero gracias a un aviso nadie resultó herido.

"Condenamos rotundamente cada acción que sin ninguna autoridad moral o popular intenta poner en entredicho la democracia y atemorizar a los ciudadanos", afirmó el portavoz del Gobierno Yorgos Petalotis.

Los terroristas pretendían dejar claro a la sociedad y a las autoridades de la seguridad que aún hay que contar con ellos, que están ahí, como señalaban expertos en la radio griega. Sin embargo, todo indica que no pretendían matar a nadie, pues una llamada anónima 45 minutos antes de la detonación avisó de la bomba y el edificio pudo ser evacuado a tiempo.

El atentado, sin embargo, afectó a la moral de las fuerzas de seguridad, que creían que podrían haber evitado este año que el terrorismo interno cometiera un grave atentado al detener en los últimos tres meses a más de supuestos 20 terroristas. Los jóvenes, entre 20 y 39 años, serán juzgados el próximo año. El primero de los procesos comenzará en enero. "Ahora comienza todo desde el principio", decía un funcionario de la Policía.

Dos años de terror y miedo

Desde hace casi dos años, grupos radicales autónomos griegos extienden el miedo y el terror con asesinatos y bombas. El desencadenante de la ola terrorista fue la muerte de un joven de 15 años, en diciembre de 2008, a manos de un policía. Pero es también la falta de perspectivas bajo la que sobre todo viven los jóvenes en el país azotado por la crisis. Uno de cada tres jóvenes en Atenas no tiene empleo y de este ejército de desesperados reclutan los grupos nuevos extremistas, según los expertos antiterroristas.

En junio de 2009 fue asesinado un policía y un segundo fue atacado y herido de gravedad por hombres fuertemente armados. También un periodista fue víctima de los terroristas. Además, hubo ataques con bomba en comisarías de la Policía, un autobús policial y diferentes bancos, así como instituciones estales. El pasado junio, una carta bomba detonó en las manos de un secretario del ministro del Orden Público, provocando su muerte.

Las pesquisas de la Policía se dirigen hacia la organización terrorista Conspiración de Núcleos de Fuego, que desde hace dos años ha perpetrado cientos de atentados contra comisarías, iglesias, despachos de políticos y bancos, entre otros lugares.

Uno de los principales indicios es que el ataque de ayer se produjo antes del proceso que arranca el 17 de enero contra una decena de detenidos de este grupúsculo, que ha llamado a radicales anarquistas de toda Europa a que intensifiquen sus acciones antes de esa fecha. La Policía italiana confirmó el martes que los paquetes bomba que anarquistas italianos enviaron recientemente a tres embajadas en Roma, causando dos heridos, fueron un gesto de solidaridad con sus correligionarios griegos presos.

Entre las bombas desactivadas en Roma había una para la embajada de Grecia, y ayer, la legación diplomática helena en Buenos Aires fue objeto de un ataque con un coctel molotov. La última oleada de atentados adjudicados a este grupo armado ocurrió el pasado noviembre, con el envío de 14 paquetes bomba a embajadas en Atenas y a políticos europeos.