ARGELIA

Once colegiales, detenidos antes de intentan cruzar el Mediterráneo para llegar a España

Es la primera vez desde la aparición del fenómeno de la emigración ilegal en nuestro país que se tiene noticia de que muchachos tan jóvenes, apenas adolescentes, intentan cruzar el Mediterráneo a la desesperada.

La preocupación por el constante crecimiento de la emigración ilegal en Argelia en los últimos meses se vio agravada este lunes al conocerse que once colegiales, de entre 13 y 15 años de edad, han sido detenidos poco antes de embarcarse en un pequeño bote para intentar alcanzar las costas españolas.


Es la primera vez desde la aparición del fenómeno de la emigración ilegal en el país que se tiene noticia de que muchachos tan jóvenes, apenas adolescentes, intentan cruzar el Mediterráneo a la desesperada con el sueño de llegar a España.


En el grupo de once alumnos de un colegio de Maghnia, en el extremo oeste de Argelia, al lado de la frontera con Marruecos, se encontraban además dos niñas de 13 y 14 años, respectivamente, informaron fuentes de esa localidad.


Todos ellos procedían del suburbio de Hai Zitoune, uno de los más pobres de Maghnia, en el noroeste de la ciudad, donde habitan cerca de 2.000 familias de procedencia rural muy modesta, que dejaron el campo en la época del brutal terrorismo argelino de la década de los noventa.


Se trata de un barrio muy pobre donde prolifera el contrabando y el tráfico de drogas, especialmente desde el cierre de la frontera terrestre entre Argelia y Marruecos en 1994, que provocó la multiplicación de las redes de comercio ilegal entre ambos países.


Los once adolescentes fueron detenidos el sábado por la Policía Judicial después de que sus compañeros de colegio avisarán de sus planes a la dirección de la escuela.

Organizados por mafias


Tenían previsto embarcarse este domingo, y los funcionarios policiales descubrieron en sus carteras importantes sumas de dinero y joyas que debían servir para pagar a las redes que organizan la travesía del Mediterráneo y que, probablemente, los colegiales habían sustraído a sus padres y familiares.


"Los niños se fueron de la lengua en el colegio, lo que hizo que sus compañeros avisarán afortunadamente al director", dijo a Ahmed Bougani, un habitante del suburbio, que cree que los adolescentes fueron contactados en la propia escuela o a la salida por "pasadores" marroquíes o argelinos, como se conoce a los responsables de las redes de emigración ilegal.


La zona de la costa argelina cerca de Maghnia, en la provincia de Tlemcen, está intensamente vigilada por la Policía y la Gendarmería argelina, que ha instalado recientemente cámaras de vídeo para impedir que embarquen en sus playas los ilegales.


Por ello, se cree que los colegiales tenían previsto pasar a territorio marroquí e intentar la travesía desde alguna de las playas de la zona, según las primeras pistas de la investigación, que continúa abierta, indicaron fuentes policiales.


"Los traficantes les dicen a los candidatos a la emigración ilegal que no tengan miedo de las autoridades marroquíes, que allí no hay control y que podrán pasar fácilmente", explica Bougani y destaca que Maghnia se ha convertido en un lugar de tránsito para los emigrantes clandestinos, también subsaharianos, que quieren llegar a Europa.

Duros precedentes


Hace poco enterraron en la ciudad a dos ilegales argelinos, que intentaron llegar a las costas de Almería (España) desde una playa de Marruecos.


Según comentaron los supervivientes de esa travesía, en la que se embarcaron cerca de 30 personas, los marroquíes les dejaron en el mar cuando se veían "cerca" las luces de las costas españolas para poder regresar con su lancha neumática sin ser descubiertos.


Los ilegales pensaron que quedaba como mucho un kilómetro hasta la costa, pero en realidad era bastante más y dos de ellos murieron ahogados antes de poder llegar a tierra a nado, afirmaron sus compañeros.


En Maghnia habitan actualmente además cerca de 1.000 emigrantes ilegales subsaharianos, que intentan pasar a España a través de Argelia o Marruecos y que habitualmente son devueltos cada día a territorio argelino por las autoridades de Rabat.


La mayoría de los subsaharianos llegan a Argel, desde donde se desplazan hacia el oeste para intentar cruzar el Mediterráneo. En la ciudad de Orán se estima que hay actualmente entre 5.000 y 6.000 personas procedentes del África negra.


Los altos índices de desempleo, la pérdida de poder adquisitivo y el convencimiento de que en Europa les espera una vida mejor, son los principales motivos que empujan a los jóvenes argelinos a embarcarse en la peligrosa aventura de la emigración ilegal.


La inmensa mayoría de ellos son parados de entre 20 y 35 años, según los datos oficiales. Los que quieren llegar a España se embarcan en la costa oeste, los que tienen por objetivo Italia lo hacen en las playas del litoral oriental.


El ministro argelino de la Solidaridad Nacional, Djamel Ould Abbes, indicó recientemente que 1.568 jóvenes intentaron en 2007 atravesar el Mediterráneo hacia el sur de Europa, de los que 1.302 fueron salvados de la muerte antes de ahogarse.


Sólo desde comienzos de este año, 30 cuerpos sin vida han sido ya encontrados flotando en el mar por los guardacostas.