CUMBRE DEL G-8

Obama participa en su primera cumbre del G-8 con el desafío de demostrar su liderazgo

Los responsables estadounidense, francés, italiano y ruso
Obama participa en su primera cumbre del G-8 con el desafío de demostrar su liderazgo
AFP PHOTO / Saul LOEB

El presidente de EEUU, Barack Obama, abrió su participación en su primera cumbre del G-8 con el desafío de demostrar su liderazgo en asuntos tan espinosos como la seguridad alimentaria o el cambio climático.


El presidente estadounidense, que llegó a Italia procedente de Moscú, ha conseguido persuadir al resto de líderes de los países más industrializados y a Rusia para que contribuyan con cerca de 12.000 millones de dólares en los próximos tres años a una iniciativa de seguridad alimentaria.


Según altos funcionarios estadounidenses, el programa permitirá proporcionar ayuda de emergencia contra el hambre, además de establecer sistemas de distribución de alimentos y una agricultura sostenible.


La aprobación de los Ocho representa un logro para Obama, que ha hecho de la seguridad alimentaria una de las referencias de esta cumbre y que en la siguiente y última etapa de su gira se desplazará a Ghana.


Pero más difícil lo tiene en otras áreas de mayor prioridad, como el cambio climático, sobre el que Obama presidirá mañana un foro de 17 de las mayores economías del mundo.


Los negociadores han retirado del borrador de la declaración sobre el cambio climático una propuesta para reducir a la mitad las emisiones de gases para 2050.


En su lugar, las discusiones se centraban en acordar limitar el aumento medio de la temperatura global a dos grados Celsius, los niveles existentes antes de la industrialización del siglo XX.


El presidente estadounidense encara una ardua batalla también en las negociaciones sobre la declaración política en la que Irán y su programa nuclear deben ocupar un lugar destacado.


Tras una reunión hoy en Roma con el presidente italiano, Giorgio Napolitano, Obama destacó la importancia de que la comunidad internacional trate con países como Irán o Corea del Norte para intentar persuadirles de que renuncien a sus ambiciones nucleares.


"Es importante que la comunidad internacional pueda hablar con países como Irán o Corea del Norte y alentarles a dar pasos para no contribuir a la proliferación nuclear", afirmó.


Pero el ministro italiano de Asuntos Exteriores, Franco Frattini, afirmó que "por el momento no se dan las condiciones" para una condena del G-8 a Irán acerca de su programa nuclear y la represión contra los manifestantes que protestaban contra las elecciones del 12 de junio.


Pero según explicaron fuentes europeas, Rusia, como ya ocurrió en la reunión de ministros de Exteriores del G8 en Lecce en junio, no está dispuesta a respaldar una declaración demasiado dura contra el régimen del presidente Mahmud Ahmadineyad.


El G8 sí emitirá una condena contra Corea del Norte, después de que ese país haya llevado a cabo una serie de lanzamientos de misiles y en mayo efectuara una segunda prueba nuclear, explicó Frattini.


Pero un área donde Obama deberá mostrar también liderazgo es la economía, en una cumbre que EEUU ve como puente entre las reuniones del G20 -los principales países desarrollados y en desarrollo- del pasado abril en Londres y del próximo septiembre en Pittsburgh (EEUU).


En el borrador de la declaración final sobre la crisis económica, que los países participantes se disponen a aprobar y que ya se ha filtrado a la prensa, el G8 apunta que la situación económica sigue siendo incierta, a pesar de los signos de recuperación que se han registrado hasta ahora.


Pese a "los progresos alcanzados hasta ahora" en la recuperación de la confianza y la estabilización de los mercados financieros, la "situación sigue siendo incierta y que sigue habiendo riesgos significativos para la estabilización económica y financiera".


El "Grupo de los Ocho", que hoy se reúne con representantes de la Unión Europea (UE) en L'Aquila, se comprometen en el borrador de su declaración conjunta a "asegurar la sostenibilidad fiscal a medio plazo" y a apoyar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en la preparación de las estrategias para la salida de la crisis.


La cumbre, que concluirá el viernes, comenzó hoy con un almuerzo de trabajo y a ella están invitados, además de las mayores potencias económicas, países como México, Brasil o España.