CRISIS POLÍTICA

Napolitano encarga a Marini que forme Gobierno de transición hasta las elecciones

Tras cuatro días de consultas con los representantes políticos, el presidente de la República eligió la fórmula del "mandato de exploración" para solucionar la crisis de Gobierno abierta tras la dimisión del primer ministro, Romano Prodi.

Las deliberaciones sobre el futuro en Italia de su presidente, Giorgio Napolitano, se resolvieron con la decisión de aplazar la convocatoria de elecciones, en contra de lo reclamado por las formaciones de centro-derecha. El jefe de Estado encargó en una reunión al presidente del Senado, Franco Marini, la dirección de un Gobierno interino para sacar adelante la reforma de la ley electoral, en base a la cual se regirían los comicios de los que saldría en un futuro el Ejecutivo sustituto del fallido proyecto de coalición de Romano Prodi.


Napolitano concluyó el martes su ronda de consultas para dar una salida a la crisis abierta tras la pérdida de confianza en el Senado del Ejecutivo de Prodi que se saldó con su caída. El presidente italiano se tomó una "pausa de reflexión", cómo él mismo la denominó, y convocó hoy de tarde a Marini para pronunciarse de forma definitiva. En este encuentro, Napolitano pidió al presidente del Senado intentar la formación de un gobierno provisional que "contraste la posibilidad de encontrar un consenso sobre la ley electoral" con la vista puesta en una nueva y anticipada llamada a las urnas, tal y como informó el secretario de la Presidencia, Donato Marra.


A su salida, Marini confirmó su cometido. "Sé bien que no se trata de un compromiso simple, sino gravoso", y que los ciudadanos están aguardando con "fuerte atención" la modificación de la ley electoral, apuntó. En este sentido, mostró su "vivo agradecimiento" al jefe de Estado por la "confianza" demostrada confiándole este cargo, mediante el cual este veterano político de 74 años reconocido defensor del consenso aspira a resolver la enésima crisis gubernamental italiana. Para ello, Marini afirmó que trabajara con "toda" su "determinación".

Elecciones aplazadas


Napolitano opta de este modo por reformar antes la normativa, en lugar de por convocar comicios inmediatos, algo que favorecería especialmente al centro-derecha, aupado por el efecto en la opinión pública de la retirada forzada del Ejecutivo Prodi. De hecho, la oposición se había posicionado ya como firme defensora de una temprana llamada a las urnas, y reiteró su petición.


Así, el líder de Forza Italia, el ex primer ministro Silvio Berlusconi, rechazó la propuesta de Napolitano y avanzó que, en cuanto tenga ocasión, expondrá a Marini sus argumentos para celebrar las elecciones sin necesidad de cambiar la ley electoral. "El país necesita muchas cosas, menos perder el tiempo", explicó tras conocer la noticia, porque "hay muchas emergencias a las que hacer frente" y "se necesita un Gobierno que inmediatamente esté operativo, con plenos poderes y una amplia mayoría parlamentaria".


Ante estos reproches, el líder del Partido Democrático (principal partido del centro-izquierda), Walter Veltroni, amenazó a Berlusconi asegurando que "denunciará" al líder de la oposición por su "falta de responsabilidad" en caso de que impida llevar a cabo la reforma de la ley electoral previa a la convocatoria de comicios. Por todo ello, Veltroni se posicionó del lado de Napolitano, al entender que la modificación de la norma disminuirá el riesgo de coaliciones heterogéneas y favorecerá la estabilidad política.