Tercer Milenio

En colaboración con ITA

ELECCIONES EN PANAMA

Martinelli llega al poder en Panamá coreando "los locos somos más"

Admirador de los presidentes Barack Obama, de Estados Unidos, y Álvaro Uribe, de Colombia, y del ex canciller alemán Otto von Bismarck, Ricardo Martinelli llega al poder en Panamá coreando el lema de campaña: "Los locos somos más".


La apelación a la locura se convirtió en un intentó de opacar las críticas del adversario y socialdemócrata Partido Revolucionario Democrático (PRD), que le atribuía supuestos desórdenes mentales. El uso de zapatillas como emblema electoral aumentó las críticas para un candidato acostumbrado a calzados de lujo y ropa de marca.


De hecho, el uso de frases cortas, pero contundentes, le ayudaron a conseguir una victoria en las urnas, que estuvo precedida de una multimillonaria campaña mediática, que lo transformó en una especie de supercandidato que acomodó su discurso a las demandas populares.


Martinelli, un magnate del comercio, la banca y la agroindustria, de 57 años de edad, casado con Marta Linares, con quien tuvo tres hijos, obtuvo el 60 por ciento de votos escrutados en las elecciones del domingo, y adujo que el resultado equivale al triunfo de todos.


Tras haber cumplido una intensa actividad proselitista en este país, donde se comprometió al combate de la pobreza, el presidente electo adujo que no guarda rencores y que está dispuesto a gobernar con los mejores elementos del oficialismo.


A partir del 1 de julio será el presidente de Panamá, escogido por votación directa, y admitió que su mandato no estará exento de desafíos. De ese modo, el antiguo estudiante de Administración de Empresas en la Universidad de Arkansas asumirá duros retos que tendrá que armonizar con las promesas de campaña.


Su triunfo ha sido destacado por medios internacionales por ir a contrapelo de las corrientes de izquierda que están transformando el panorama político en Latinoamérica.


La derechista Alianza por el Cambio, encabezada por Martinelli, habría asegurado la mayoría de escaños en la Asamblea Nacional (Parlamento), lo que dejaría como único camino a los partidos oficialistas la lucha para la retoma del poder electoral en 2014.


Sin embargo, de acuerdo con analistas locales, el presidente electo habría abierto, sin proponérselo, una especie de "caja de Pandora", que empezará con la recomposición de partidos políticos tradicionales y un probable ascenso de una dirigencia más severa.


En ese sentido, se pronunció el ex presidente Ernesto Pérez Balladares, quien propuso la renuncia del Comité Ejecutivo Nacional del PRD para enfrentar la corriente impulsada por Martinelli.


De otro lado, la ex presidenta Mireya Moscoso pidió un análisis interno para discutir y corregir las "fallas" en la campaña del Partido Panameñista, que se subordinó al partido Cambio Democrático, al frente de la Alianza por el Cambio.


La dirección de los sindicatos ha advertido que, a partir de este momento, se prepara para proteger las conquistas sociales de un gobierno de emrpesarios, lo que implicaría para el presidente electo una de las primeras pruebas de fuego en el ámbito nacional.