REPORTAJE

Los países ricos cada vez ayudan menos

Por segundo año consecutivo, los países ricos volvieron a dar la espalda a los que más necesitan. Los datos provisionales publicados este viernes por la OCDE sobre ayuda al desarrollo revelan un descenso del 8,4% con respecto al año anterior. Esta caída equivale en términos cuantitativos a unos 5.600 millones de euros, lo cual confirma que los Objetivos del Milenio para reducir a la mitad la pobreza en 2010 no se podrán cumplir. Las ONG mostraron su preocupación por esta situación y acusaron a los donantes de carecer de compromisos reales para luchar contra la pobreza.


La ayuda al desarrollo de los países donantes en 2007 fue de 60.776 millones de euros, menos de una décima parte del gasto militar mundial. Este retroceso se debe principalmente a la drástica caída de las reducciones de la deuda, que en 2005 habían alcanzado cifras récord, en particular las destinadas a Irak y Nigeria, según la OCDE. "Era un descenso esperado porque la ayuda fue excepcionalmente alta en los dos últimos años para disminuir la deuda de los pobres", justificó la organización que agrupa a 22 de las economías más ricas del mundo.


En una tendencia completamente inversa, España incrementó sus fondos un 33,8%, alcanzó el séptimo puesto en volumen de ayuda (3.652 millones el pasado año) y el noveno en esfuerzo con respecto a su economía, al dedicarle al desarrollo un 0,41% de su Producto Nacional Bruto (PNB). En cambio, las caídas fueron generalizadas en Gran Bretaña, Francia, Japón y Estados Unidos, los cuatro países que más se gastan en ayuda al desarrollo.


Estas naciones más Alemania, Canadá, Italia y Rusia (integrantes del denominado G-8) se comprometieron en la cumbre de Geneagles (Escocia), celebrada en 2005, a anular la deuda multilateral de 35 de los países más pobres y a aumentar su ayuda al desarrollo en 31.800 millones de euros hasta 2010, lo que supondría los 82.600 millones necesarios para cumplir con los Objetivos del Milenio.


Cinco países cumplen


El informe de la OCDE alaba a los países que año tras año alcanzan o superan el 0,7% de su PNB en fondos a los más desfavorecidos. Una vez más volvieron a ser Dinamarca, Luxemburgo, Holanda, Noruega y Suecia. En el caso de España, el Gobierno socialista fijó en su programa electoral el incremento progresivo de la ayuda al desarrollo hasta alcanzar el porcentaje fijado por la ONU en 2012.


La Coordinadora de ONG en España alabó el esfuerzo realizado por el Ejecutivo en cooperación internacional pero recordó, sin embargo, que sería necesario afrontar mejoras urgentes en la calidad de la ayuda. Intermon Oxfam centró su crítica en la obligación de reformar el Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que otorga créditos que computan como ayuda oficial y que, en muchos casos, obligan a los países que los reciben a contratar bienes y servicios de empresas españolas generando nueva deuda.


La demostración de que este instrumento "nada tiene que ver con el desarrollo" -según Intermon- queda palpable con los 12 millones concedidos a China para el suministro de escaleras mecánicas y ascensores para sus pabellones de los Juegos Olímpicos de Pekín, que se computó como ayuda al desarrollo. Asimismo, la ONG recordó el fuerte peso aún del presupuesto militar en España: cada ciudadano dedicó el pasado año en gasto militar 179 euros por 83 en ayuda al desarrollo.