MES SAGRADO

Los musulmanes cierran por Ramadán

Los musulmanes de todo el mundo se despiden de las discotecas, de jugar al fútbol e incluso de sus vacaciones, porque el período estival termina abruptamente este año con la temprana llegada del Ramadán.


Todos los practicantes de esta religión realizan un ayuno diario desde el alba hasta que se pone el sol. El Ramadán es un mes dedicado a la devoción y la solidaridad en el que todos los adultos, desde la pubertad, han de abstenerse de comer, beber, fumar y mantener relaciones sexuales.

Este ayuno "purificador" se realiza durante las horas diurnas, que se definen como "el tiempo que va desde que se puede distinguir un hilo blanco de un hilo negro hasta que no se puede diferenciar".


Dado que el año musulmán se rige por el calendario lunar, el Ramadán nunca se celebra en la misma fecha del gregoriano ni comienza a la vez en todas partes.


En España más de un millón de musulmanes, sobre todo de origen marroquí, lo celebrarán a partir de esta madrugada. Será más duro que en países musulmanes porque todos los comercios y restaurantes permanecerán abiertos, por lo que la tentación se hará aún mayor.


También en Marruecos hace semanas que todo el mundo se preparaba para estos días atípicos, pero tan habituales desde hace siglos. Los jóvenes remataban este fin de semana sus salidas nocturnas en bares y discotecas, y algunos ingerían las últimas gotas de alcohol, mientras que los propios locales anunciaban fiestas especiales por el cierre de la temporada.


Se acabaron las interminables jornadas de playa, imposibles por la sed, y los paseos en traje de baño. "Está mal visto que las chicas vayan en bikini o ropa de baño en Ramadán, incluso muchas de ellas se cubren con el velo solo durante este tiempo", señaló el filólogo Naufal Abahar.


Aunque las restricciones parecen infinitas, para los musulmanes practicantes éstos no son días de penurias, sino días difíciles pero de celebración.