DISTURBIOS

Los jóvenes toman las calles de Europa

Un buen número de capitales y grandes ciudades del continente han registrado en los últimos meses violentas manifestaciones, por lo general con el trasfondo de la crisis económica. Desde Londres a Atenas, los altercados han dado lugar a cientos de imágenes impactantes.

Protestas en Reino Unido
Los jóvenes toman las calles de Europa
AFP

En agosto, un estudio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) alertaba de que la elevada tasa de desempleo juvenil en el mundo, cifrada en el 13% de media y que con la actual crisis económica ha alcanzado niveles históricos, amenazaba con crear una "generación perdida". Y una de las primeras consecuencias de este fenómeno sería el aumento de la violencia en las calles y los disturbios sociales.


Uno de los motivos por los que será recordado precisamente el último año de la década será el de las manifestaciones con actos violentos en las principales ciudades europeas, por motivos diferenciados pero siempre con la crisis económica de fondo. Gran parte de los desórdenes han estado protagonizados por jóvenes. En muchos casos se trataba de marchas pacíficas que degeneraron en altercados.


Los últimos de ellos se registraron ayer en Atenas, el principal escenario de las protestas en 2010 tras las duras medidas de ajuste impulsadas por el Gobierno griego. Una batalla campal a apenas medio kilómetro del Rectorado de la Universidad ateniense dentro de una nueva jornada de huelga general de 24 horas.


Las brigadas antidisturbios se enfrentaron en batallas cuerpo a cuerpo con grupos de radicales que durante la manifestación en torno al Parlamento griego se salieron de las filas y arrojaron piedras, cócteles molotov y bombas incendiarias contra los agentes.


Un día antes, jóvenes pertenecientes a un variado repertorio de grupos opositores a Berlusconi protagonizaron los peores disturbios que se recuerdan en el centro histórico de Roma, actos que, además de imágenes escalofriantes, dejaron un saldo de más de un centenar de heridos. Todo ello, un rato después de que el primer ministro italiano se mantuviera milagrosamente en el cargo al ser rechazada una moción de censura en el Parlamento italiano.


Estudiantes británicos


En la capital del Reino Unido, los londinenses han asistido atónitos estas semanas a un brote de violencia surgido a causa del aumento de las tasas universitarias por parte del Gobierno. La intensidad de los disturbios cogió desprevenida incluso a la Policía londinense, que el pasado 10 de noviembre no pudo evitar que jóvenes manifestantes irrumpieran en la sede del Partido Conservador y causaran cuantiosos daños.


De los disturbios no se libró ni el propio príncipe Carlos, cuyo vehículo -en el que viajaban él y su esposa Camilla- fue golpeado y rociado con pintura días atrás.


En Francia, otra medida anticrisis del Gobierno de Nicolas Sarkozy, en este caso el aumento en la edad de jubilación a los 67 años, ha sido el vector de las manifestaciones registradas en decenas de ciudades, que han dejado más de un millar de detenidos. Los peores escenarios han sido localidades como Lyon o Nanterre. Decenas de miles de franceses acabaron desabastecidos por los paros.