PROTESTAS ESTUDIANTILES

La seguridad británica, en tela de juicio

Después de que unos manifestantes alcanzaran el coche en el que viajaba el príncipe Carlos, varias voces han cuestionado la efectividad de la actuación de la Policía Metropolitana.

El coche oficial sufrió destrozos en una luna y fue rociado con pintura por los manifestantes.
La seguridad británica, en tela de juicio
EFE

El jefe de la Policía Metropolitana británica, Paul Stephenson, ha afirmado que las críticas relativas a la actuación de sus efectivos para contener las protestas estudiantiles de este jueves en Londres, en las que una parte de los manifestantes realizaron actos violentos, son "disparates".


Muchas de las críticas se centran en el hecho de que el coche en el que viajaban el príncipe Carlos y su esposa Camilla fuese atacado por varios manifestantes, que rompieron una luna y mancharon de pintura la carrocería. Varios parlamentarios del Partido Conservador y del Laborista han dicho que hay que aclarar muchas cosas sobre los incidentes violentos en los que derivó la manifestación.


Stephenson afirmó que "cualquier persona honrada, incluidos los manifestantes pacíficos, condenarán lo que ha ocurrido". "Hemos hecho todo lo que hemos podido para facilitar una protesta pacífica y, en realidad, aunque estoy seguro de que la inmensa mayoría querían protestar pacíficamente, un número significativo de personas se comportaron muy mal", añadió.


Por ello, el jefe de la Policía londinense prometió "una investigación muy seria y muy detallada" sobre lo sucedido "para intentar identificar a los responsables de la violencia".


Decenas de miles de manifestantes tomaron las calles de la capital británica este jueves, cuando se llevó a cabo la última de una serie de protestas contra el plan del Gobierno para aumentar el precio de las matrículas universitarias, que fue aprobado en el Parlamento ese mismo día.


Los manifestantes se enfrentaron a los policías antidisturbios, asediaron la sede del Ministerio de Finanzas y rompieron ventanas. Al menos ocho policías y trece manifestantes resultaron heridos y 34 personas que participaron en la protesta fueron arrestadas.


Para la ministra del Interior, Theresa May, los acontecimientos del jueves no tuvieron "nada que ver con una protesta pacífica". "Los ataques contra policías y contra la propiedad demuestran que algunos manifestantes no tienen respeto hacia Londres o sus ciudadanos", concluyó.


Los mismos estudiantes consideran que la violencia ha resultado ser contraproducente. El vicepresidente del Sindicato Nacional de Estudiantes, Shane Chowen, reconoció que los disturbios no han generado los "titulares" que él quería que apareciesen en los medios de comunicación.


sta es la segunda vez que parece que la Policía ha tenido dificultades para contener la violencia en las protestas estudiantiles. En otra que hubo en Londres el pasado mes de noviembre, los manifestantes irrumpieron en la sede del Partido Conservador. Unas horas después, Stephenson pidió disculpas por la "lamentable" actuación de la Policía y luego admitió que tenía que haber desplegado más efectivos.