EE. UU.

La reforma sanitaria de Obama da un paso decisivo

El Comité de Finanzas del Senado aprobó con relativa facilidad por 14 votos contra 9 la reforma del sistema de salud de Estados Unidos, dando vía libre para que el proyecto estrella del presidente Barack Obama en la presente legislatura sea debatido por el pleno del Senado en una fecha que algunos sitúan en la próxima semana.


Entre las novedades destacadas, la senadora republicana por Maine, Olympia Snowe, rompió la disciplina de partido y unió su voto al de los 13 senadores demócratas, lo que permitirá que el Estado destine 829.000 millones de dólares en la próxima década para que millones de estadounidenses que ahora carecen de seguro médico puedan contar con una cobertura sanitaria que esté al alcance de sus bolsillos.


Cuando finalmente se acabe con este proceso, largo y sumamente complicado, EE UU tendrá la primera reforma del sistema de salud en casi medio siglo. Como ejemplo de las complicaciones que aún le quedan a este proyecto, basta recordar cómo el pasado jueves, 8 de octubre, justo cuando el Comité de Finanzas programó el voto, una treintena de senadores demócratas, entre ellos Bob Menéndez, firmaron una carta dirigida al líder de la mayoría, Harry Reid, exigiendo que el proyecto definitivo del Senado incluya la "opción pública".


En opinión de Menéndez, miembro del Comité de Finanzas, la opción pública ofrecerá "verdaderas opciones" a quienes necesiten un seguro médico, y exigirá rendición de cuentas del sistema de seguros de salud. Pero la "opción pública" ha generado discordia dentro y fuera del Congreso: los republicanos y grupos conservadores afines aseguran que sería imponer un sistema "socialista", mientras que los más progresistas consideran que es la única forma de mejorar la competencia con las aseguradoras privadas.


La "opción pública", que permitiría que el Gobierno compita con las aseguradoras privadas, fue excluida de la versión de la reforma que hoy votará el Comité de Finanzas.


La reforma del Sistema Sanitario de EEUU es uno de los temas claves de la presidencia de Barack Obama que, durante la campaña electoral, prometió reformar un sistema de salud que excluye de los cuidados médicos a cerca de 47 millones de personas y da a otros millones más sólo una cobertura precaria.