ESTADO DE EMERGENCIA

La ola de violencia en Jamaica se cobra 27 muertos

El estado de emergencia decretado por Golding el domingo permite a agentes y soldados registrar todo tipo de locales y detener a cualquier sospechoso.

Al menos 27 personas han muerto y otras 31 resultaron heridas como consecuencia de la ola de violencia originada desde hace tres días en Kingston por grupos afines al narcotraficante Christopher "Dudus" Coke, informó hoy la policía.


Los desórdenes continúan y los grupos armados que protegen a Coke se mantienen fuertes en dos de los barrios más pobres de la capital, Tivoli Gardens y West Kingston.


Centenares de soldados del Ejército de Jamaica y agentes de la Policía siguen enfrentándose a los grupos fuertemente armados que quieren impedir la detención de Coke y su posterior extradición a Estados Unidos.


El Gobierno estadounidense pidió a Jamaica la extradición de Coke en agosto de 2009, pero las autoridades del país caribeño retrasaron la decisión final hasta la semana pasada cuando el primer ministro, Bruce Golding, dio su visto bueno.


La policía no ha aclarado el número de agentes y soldados fallecidos y tampoco las bajas entre los seguidores de Coke.


Después de tres días de enfrentamientos, las fuerzas de seguridad no han logrado todavía controlar los barrios de Tivoli Gardens y West Kingston, donde Coke cuenta con el apoyo masivo de la población.


Durante la noche del lunes, los seguidores de Coke levantaron nuevas barricadas en las calles principales con alambres de espino y vehículos incendiados.


El estado de emergencia decretado por Golding el domingo permite a agentes y soldados registrar todo tipo de locales y detener a cualquier sospechoso.


Coke, de 42 años, es el hijo del que fuera capo de las drogas Lester Lloyd Coke, que lideró Shower Posse, una banda de criminales a la que se acusó del asesinato de centenares de personas durante las guerras por la cocaína de los 80 en Jamaica.


El Gobierno estadounidense considera que Coke se ha puesto al frente del Shower Posse, cuyo nombre procede de las ráfagas de balas que los criminales descargaban sobre sus rivales.


El supuesto narcotraficante posee una flota de camiones y tiendas y está envuelto en la construcción y la importación de productos que son vendidos en grandes cantidades en los supermercados de Jamaica.


A pesar de que muchos consideran a Coke un hombre tranquilo, se cree que se encuentra en el centro de todo lo que rodea al mundo de las drogas y que es uno de los cabecillas de los importadores de armas en Jamaica.


Su generosidad con la gente pobre de Tivoli Gardens le ha convertido en un héroe para esa comunidad, a la que ayuda con dinero para enviar a los niños a la escuela, ropa y alimentos hasta el punto de que se le conoce como el "Robin Hood de Jamaica".


Además de su relación con las clases populares, Coke ha cultivado también sus contactos con políticos y hombres de negocios jamaicanos.