KENIA

La Commonwealth afirma que las elecciones en Kenia no cumplieron las normas internacionales

Este jueves, al menos siete personas han muerto en una barriada pobre de las afueras de Nairobi por enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales, según denunció la oposición keniana.

Las elecciones del pasado 27 de diciembre en Kenia no cumplieron la normas internacionales, afirmó el secretario general de la Commonwealth (mancomunidad británica de naciones), Don McKinnon, al divulgar un informe sobre los comicios. El documento, elaborado por el llamado Grupo Observador de la Commonwealth, concluye que la Comisión Electoral de Kenia no ha demostrado "la integridad del proceso de recuento (de votos)", por lo que "la validez del resultado de las elecciones queda en duda".


Esa circunstancia se produjo pese a "los muchos aspectos positivos de los procedimientos pre-electorales y del día de los comicios, cuando los kenianos acudieron a votar en gran número". Por eso, el Grupo "ha concluido que el proceso posterior al cierre de las votaciones no cumple las normas internacionales", dijo McKinnon al publicar el informe en Londres, donde tiene la sede el Secretariado de la Commnmwealth.


El secretario general también se declaró "profundamente triste" por los "horrorosos incidentes de violencia" ocurridos tras los comicios en Kenia, que forma parte de los 53 países que integran la Commonwealth. "Eso -indicó McKinnon- subraya la importancia de garantizar que la integridad de todo el proceso queda fuera de duda y muestra la consecuencias de cuando se percibe una falta de confianza". "Lo que ahora es vital -sentenció el secretario general- es que los partidos se reúnan para encontrar una solución a este grave problema".


Kenia atraviesa una tensa crisis política desde las elecciones del 27 de diciembre, cuyos resultados oficiales dieron la victoria al presidente en ejercicio, Mwai Kibaki. El escrutinio oficial de los comicios dio como vencedor a Kibaki, en el poder desde el 2002, y el gobernante prestó juramento del cargo una hora después de que se anunciara su victoria.


Sin embargo, observadores internacionales han puesto en duda la credibilidad del escrutinio, mientras la oposición asegura que Kibaki se mantiene en el poder gracias a un millón de votos fraudulentos y ha pedido la repetición de las elecciones. Las protestas de la oposición contra esos resultados y las luchas tribales desatadas desde entonces han causado más de 600 muertos y 250.000 desplazados.

7 muertos en manifestaciones

 

Al menos siete personas han muerto en una barriada pobre de las afueras de Nairobi por enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas policiales, denunció la oposición keniana. Las muertes ocurrieron en el barrio de Mathare, uno de los bastiones políticos del opositor Movimiento Democrático Naranja (ODM), que también indicó que desde finales de diciembre han muerto unas mil personas por los disturbios políticos registrados en Kenia.


Los datos fueron dados a conocer en una rueda de prensa por el líder de la ODM, Raila Odinga, en la segunda jornada de protestas organizadas por la oposición contra los resultados oficiales de las elecciones del 27 de diciembre. La oposición asegura que triunfó en esos comicios, cuyo ganador oficial fue el presidente Mwai Kibaki, en el poder desde el 2002 y que buscaba su reelección en las urnas.


Odinga aseguró que la cifra de mil muertos por los disturbios posteriores a las elecciones está basada en datos obtenidos por ese partido de la oposición y por la Comisión de Derechos Humanos de Kenia. La mayoría de las víctimas son seguidores de la oposición y casi todas las muertes se produjeron por heridas de bala, según los líderes del ODM."Un Gobierno que dispara contra su gente no merece ese nombre", afirmó en la rueda de prensa el ex candidato presidencial de la ODM, Odinga.


"Kibaki se está convirtiendo en Mugabe", agregó el líder de la oposición refiriéndose al presidente de Zimbabue, Robert Mugabe, en el poder desde la independencia de ese país, en 1980. Odinga pidió sanciones internacionales contra el Gobierno que preside Kibaki y que los culpables de las muertes de los manifestantes sean perseguidos por los tribunales internacionales.


La oposición mantiene su intención de llegar  al parque Uhuru, en esta capital, para celebrar allí el acto central de las protestas convocadas, pero las manifestaciones están prohibidas por el Gobierno.